Primera planta de hidrógeno verde en Magallanes ingresa a tramitación ambiental

Un hito clave que cumplió el que podría convertirse en el primer paso en la carrera por el hidrógeno verde en Chile. Esto, a través de una iniciativa que busca producir el denominado "combustible del futuro", que luego servirá para elaborar combustibles sintéticos, los que podrían ser exportados al mercado europeo.

HIF, compañía impulsada por Andes Mining & Energy (AME), y que sumó a Enel, ENAP, Siemens y Porsche, presentó al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del "Proyecto piloto de descarbonización y producción de combustibles carbono neutral", que consiste en la construcción y operación de una planta química para la producción de Metanol y gasolina a partir de dióxido de carbono e hidrógeno.

La iniciativa, cuya inversión estimada es de US$ 38 millones, ocupará una superficie aproximada de 5,72 hectáreas, mientras que la planta se emplazará en una superficie aproximada de 3,7 hectáreas dentro del predio Tehuel Aike, ubicado en la comuna de Punta Arenas, Región de Magallanes y Antártica Chilena.

Además, el proyecto considera la construcción y operación de un aerogenerador de una potencia máxima de 3,4 MW que se ubicará a un costado de la planta y proporcionará la energía eléctrica a todas las instalaciones.

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También contempla la conexión al Sistema Eléctrico de Magallanes mediante la implementación de una línea de transmisión eléctrica de media tensión (13 kV) de 8,8 km de extensión, desde su punto de conexión hasta la planta. Esta conexión, se aclara, es únicamente de respaldo.

Según detalló la compañía en los diversos escritos que acompañaron su presentación ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), la planta poseerá una capacidad de producción estimada de 3,9 t/día de metanol crudo, los cuales serán destilados para producir aproximadamente 2,5 t/día de metanol, de los cuales hasta 2,1 t/día se emplearán en la producción de 0,7 t/día de gasolina.

¿Por qué en Punta Arenas? HIF indicó en sus documentos que las características climáticas de la zona hacen factible el abastecimiento de energía eléctrica a través de un aerogenerador, ya que el proyecto se emplazará en un terreno plano con buena exposición a los vientos prevalecientes.

Ademas, su cercanía al Puerto Laredo y Puerto Mardones facilitará la recepción de las partes del proyecto, así como también el despacho de los productos generados (metanol y gasolina). "Es importante destacar que el Puerto Laredo cuenta con la infraestructura para la recepción de los equipos y materiales de la fase de construcción y el Puerto Mardones cuenta con la infraestructura para el manejo y embarque de los productos generados por el proyecto", precisaron.

A través de un comunicado, la gerente general de HIF, Patricia Palacios, sostuvo que este hito es fruto de muchos años de trabajo y desarrollo científico que, sumado a las condiciones naturales de la Región de Magallanes, hacen que Chile pueda liderar una nueva era: producir combustibles amigables con el planeta.

"Dado que esta tecnología permite desplazar otros combustibles que generan CO2, en la práctica estamos construyendo un bosque artificial que permitirá avanzar más rápido en el proceso de descarbonización", indicó.

Y agregó: "El piloto obtendrá hidrógeno verde del agua con energía eólica. Con CO2 obtenido de la atmósfera se purificará el aire y se producirá metanol. A partir de ello, se obtendrá una gasolina que se podrá utilizar en vehículos convencionales (autos, aviones, barcos) sin modificaciones, permitiendo así que el transporte sea carbono neutral".

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El cronograma

De acuerdo a lo informado, se contempla una fase de construcción de 11 meses, estimando el 24 de mayo del próximo año como la fecha de inicio de ejecución de la iniciativa.

La compañía proyecta que la vida útil del proyecto es de 25 años, período que permitirá la prueba de los ciclos y vida útil de los equipos asociados al proceso. Así, recién entre mayo y octubre del año 2047 estaría en su fase de cierre.

Por fase, la mano de obra requerida puede llegar como máximo a 200 trabajadores en su construcción. En cuanto a la operación, se estima un requerimiento de un máximo de 10 trabajadores y un promedio de seis. Se trabajarán en tres turnos diarios, de ocho horas cada uno, los siete días de la semana. Mientras, hasta 150 personas se necesitarían en la etapa de cierre o abandono.