Pese a que el mercado laboral ha ido paulatinamente mostrando señales de recuperación, algo que se refleja en el hecho de que 2024 cerró con una reducción anual de cuatro décimas en la tasa de desempleo -la cual llegó a 8,1% entre octubre y diciembre-, hay aspectos que siguen generando preocupación entre los analistas.
16,1% de los desocupados se encuentra en desempleo de larga duración.
Al ahondar en los datos, no solo importa el número de personas desocupadas, sino también el tiempo durante el cual buscan trabajo. Un tema en el que profundizó el investigador del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), Antonio Espinoza.
De hecho, los antecedentes analizados evidenciaron un aumento en los plazos promedio que dedican las personas a identificar una opción laboral, el que está en los niveles más altos desde hace casi tres años.
Así, para el trimestre octubre- diciembre de 2024, la población desocupada, en promedio, registró 7,1 meses buscando trabajo, siendo la mayor cifra desde el trimestre noviembre 2021–enero 2022, en el cual se constataron 7,2 meses.
Al profundizar en los números, si bien en el último año hubo una disminución de 36.115 desocupados, el segmento que busca trabajo durante 12 meses o más sin poder encontrarlo -lo que asume como de larga duración- fue el único que presentó un avance, con un incremento de 15.262 personas.
Esto implica que de las 817.996 personas desocupadas totales que hay en el país, un 16,1% completó 12 meses o más buscando la posibilidad de emplearse.
Las diferencias
La prevalencia de quienes no tienen ocupación desde hace un año o más entre el último trimestre del año pasado y el mismo lapso del ejercicio 2023, tanto para hombres como mujeres, observó un incremento, aunque este fue mayor entre ellas.
18% de las mujeres está en esa misma situación.
De esta forma, el porcentaje de desocupadas por largos meses en el trimestre octubre-diciembre 2023 ascendía a 14,5%, el cual subió a 18,1% en la última parte de 2024.
Al otro lado, el porcentaje de hombres pasó de 12,5% a 14%, entre ambos períodos respectivamente.
Con todo, el tiempo promedio de búsqueda de empleo en los hombres llegó a 6,4 meses, mientras que las mujeres alcanzaron los 7,8 meses.
Por edad, el análisis de Espinoza también arrojó diferencias.
Casi 51mil personas con educación superior completa llevan 12 meses o más buscando empleo.
De hecho, el desglose por tramos etarios mostró que el incremento de desocupados de larga duración estuvo impulsado principalmente por el tramo etario de 35 a 49 años, el cual incrementó en 10.621.
El segmento de 50 años y más fue el único segmento donde se evidenció una disminución en el número de quienes llevan mucho tiempo sin una ocupación.
En concreto, para octubre-diciembre 2023 había 38.747 desocupados con 50 años y más en búsqueda de trabajo durante 12 meses o más, los cuales se redujeron a 35.871 para el mismo período de 2024.
Una reducción que, de acuerdo a Espinoza, no fue por las mejores razones.
El experto explicó que el tramo etario de 50 años y más es el que tiene más dificultades de empleabilidad, y que son precisamente estos lomos de toro los que explican parte de la disminución, pues se trata de personas que dejaron de intentar encontrar una plaza laboral y pasaron a la inactividad. O sea, hubo un factor de desaliento.
“En el trimestre octubre-diciembre 2024, se observa por primera vez un incremento anual en los inactivos como porcentaje de la población de 50 años y más después de haber estado persistentemente mostrando caídas anuales desde el periodo de pandemia, específicamente desde el trimestre febrero – abril 2021”, detalló Espinoza.
El escenario para los profesionales
Otro aspecto preocupante que arrojó el análisis es que la mayor presencia de desempleo de larga duración también estuvo impulsada por la fuerza de trabajo con educación superior completa.
Para octubre-diciembre 2023 había 36.226 desocupados con educación superior completa en desempleo de larga duración, los cuales subieron a 50.936 para octubre-diciembre 2024.
“Este aumento también puede verse reflejado por la poca capacidad de la economía de generar empleos acordes a las capacidades de estos trabajadores”, señaló el autor del análisis.
Por ejemplo, mencionó que para octubre-diciembre 2024, de la creación total de puestos laborales, el 94,8% fue subempleo por calificaciones, es decir, que requieren características profesionales inferiores a las que poseen los trabajadores.
Agregó que esto sugiere que, una parte de los desocupados con calificación superior completa decidieron permanecer en desempleo, esperando a encontrar un trabajo que se adecúe a sus capacidades y expectativas.