Los principales actores de la industria del cobre en Estados Unidos pidieron al presidente Donald Trump que restrinja las exportaciones de mineral y chatarra de cobre, en lugar de imponer aranceles a las importaciones, como parte de sus esfuerzos por impulsar la producción nacional.
La orden ejecutiva de Trump en febrero, que ordenó una investigación sobre posibles aranceles al cobre, ha alterado el mercado global, haciendo que los precios en EEUU alcancen una enorme prima respecto a los índices internacionales y desatando una carrera global por ingresar cobre al país antes de que se apliquen eventuales aranceles.
La orden pedía al secretario de Comercio que hiciera recomendaciones sobre acciones “incluidos posibles aranceles, controles a la exportación o incentivos para aumentar la producción nacional”.
En los comentarios públicos presentados ante la investigación del gobierno de EEUU bajo la sección 232 sobre cobre, compañías líderes como la minera Rio Tinto Group, la fabricante Southwire y la comercializadora Trafigura Group sugirieron que la administración debería imponer restricciones a las exportaciones de cobre en lugar de aranceles a las importaciones.
“La administración Trump debería considerar implementar restricciones a la exportación de concentrado de cobre y chatarra de cobre producidos en el país”, escribió Rio Tinto.
Southwire, el mayor fabricante de alambre de cobre de EEUU, señaló: “La administración debería enfocarse en reformas regulatorias y restricciones a las exportaciones de cobre como las principales herramientas para hacer crecer la industria estadounidense”.
Importador significativo
EEUU es el mayor exportador mundial de chatarra de cobre y también exporta mineral de cobre, conocido como concentrado. Sin embargo, debido a la falta de capacidad de procesamiento, también es un importante importador de cobre refinado.
Cualquier restricción seria al suministro de chatarra en EEUU reconfiguraría el mercado, ya que esta representa casi un tercio de la oferta global de cobre. Las exportaciones estadounidenses de chatarra de cobre alcanzaron unas 600 mil toneladas el año pasado, según datos de Citigroup, una cantidad equivalente a algunas de las minas más grandes del mundo. Más de la mitad de ese volumen se envía directamente a China para su procesamiento.
Mientras que varias actores del mercado pidieron que EEUU imponga restricciones a las exportaciones de chatarra de cobre —y en algunos casos a los concentrados—, muchas instaron a la administración a no aplicar aranceles a las importaciones de cobre refinado.
La Copper Development Association, el gremio de la industria del cobre en EEUU, pidió exenciones a los aranceles de importación para materias primas, “incluidos los cátodos de cobre refinado y la chatarra de cobre”.
Trafigura, el mayor comercializador de cobre del mundo, argumentó que los aranceles de importación deberían aplicarse a productos manufacturados de cobre, como varillas, tubos y láminas, pero que la administración debería “mantener libres de aranceles las importaciones de cobre refinado por ahora, hasta que se construya nueva capacidad de minería y fundición”.
La minera estadounidense Freeport-McMoRan no hizo una recomendación directa sobre los aranceles, pero defendió que EEUU debería apoyar el libre comercio.
“En 2024, EEUU importó aproximadamente 50% de su demanda de cátodos de cobre desde Chile, Canadá, Perú y otros países, lo que es necesario para satisfacer la demanda actual, ya que no existe capacidad latente de producción en EEUU”, escribió la compañía. “Promover el comercio libre y justo con los aliados de EEUU garantizará que se satisfagan los requerimientos nacionales de cobre", señalaron.
De todas formas, el hecho de que la industria esté haciendo lobby no garantiza que la administración de Trump escuche sus llamados.
Cobre al alza
La amenaza de aranceles ha elevado los precios del cobre en EEUU a primas importantes respecto a los índices internacionales, ya que los traders apuestan a que el presidente impondrá aranceles de hasta 25% a las importaciones de cobre. Aunque la prima sigue siendo alta en términos históricos, ha disminuido en las últimas semanas, quizás reflejando lo impredecibles que han resultado las políticas arancelarias de Trump.
A fines de marzo, por ejemplo, el cobre para entrega en diciembre en el Comex se negociaba hasta con un 20% de prima respecto al cobre de diciembre en la Bolsa de Metales de Londres (LME). Hasta este martes, el precio del metal se había reducido a alrededor del 13%.
Las respuestas de la industria también incluyeron otras propuestas para impulsar la industria del cobre en EEUU, como introducir créditos tributarios, agilizar los permisos para nuevas minas y aplicar aranceles a productos semielaborados que contengan cobre.
Varios participantes destacaron la dificultad de incentivar inversiones en nueva capacidad de fundición en EEUU Actualmente, hay solo tres fundiciones de cobre activas en el país, y una de ellas —la planta Hayden— está clausurada. En su presentación, Asarco LLC, propietaria de Hayden, solicitó que se relajaran los requisitos de emisiones para poder reabrirla.