Anticipando que el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos traería importantes tensiones comerciales a nivel global, el econometrista Olekzandr Shepotylo, académico de la Universidad de Aston, en Birmingham, Reino Unido, puso manos a la obra y desarrolló un modelo que permite ver cómo la imposición de aranceles afecta los flujos comerciales y otros indicadores de las economías involucradas.
Con tarifas ya en marcha, especialmente entre China y EEUU, el modelo está cumpliendo su cometido y parte de las cifras que arroja, Shepotylo las comparte con Diario Financiero.
Para Chile “hay un pequeño impacto negativo con una reducción de 0,5% en el PIB per cápita (a largo plazo)”.
- ¿De qué se trata el modelo que sigue los efectos de la guerra comercial?
- Contamos un modelo de comercio global, con un enfoque de modelado gravitacional. Entonces, tenemos un intercambio comercial entre todos los países y luego se produce un shock, como un cambio en los aranceles, ante lo cual observamos cómo se ajustan los flujos comerciales en cualquier par de países.
Si estudiamos la guerra comercial entre EEUU y China, podemos ver cómo afecta a Chile y a otros países, y cómo modifica los precios.
Se basa en una especie de modelo de equilibrio general. Partimos modelando un escenario con tarifas del 25% a todos, algo que se pensó en un momento dado, y escribimos (junto a su colega Jun Du) un artículo al respecto un par de días antes de que se introdujeran los aranceles recíprocos.
Rehíce mi ejercicio con números actuales, lo hago todos los días. Simplemente inserté este aumento del 10% para todos en el modelo. Así, obtuve cifras que indican cómo cambiará el comercio, la producción y los precios, y cómo afectará esto al ingreso real per cápita.
- ¿Qué dice su modelo sobre los efectos de los aranceles ya en curso?
- Considerando los cambios arancelarios vigentes China y EEUU experimentarán el efecto más negativo.
El comercio general chino disminuirá aproximadamente un 10%. Esto significa que los precios en China bajarán un poco porque venderán más a nivel nacional, aunque también intentarán venderlo a otros países.
¿Cómo se traducirá exactamente en una reducción anual del crecimiento? No está claro. Pero, en 10 años reducirá el PIB de China en un 25%. Curiosamente, en EEUU ocurrirá algo similar con el PIB.
En este último caso, el efecto general será un -1,5% menor del PIB per cápita a largo plazo. Las exportaciones disminuirán un 35% y las importaciones alrededor de un 26%.
El hecho de que Trump introduzca aranceles encarecerá los precios en EEUU y, con el tiempo, se revertirá la tendencia actual del dólar y se fortalecerá. Con eso, los productos estadounidenses se encarecerán en todo el mundo, reduciendo las exportaciones estadounidenses. Por lo tanto, los aranceles no reducirán realmente el déficit comercial, algo en lo que todos están de acuerdo.
- ¿Cómo el análisis económico debiera entender lo que ocurre? ¿Estamos ante un shock y/o cambios estructurales?
- Comenzamos con lo que se denomina equilibrio comercial, donde los países comercian entre sí. Tomamos esto como una especie de punto de partida. El impacto se produce en términos de aranceles. Trump modificó las tarifas y EEUU importa bienes por valor de US$ 3 billones (millones de millones). Por lo tanto, muchos bienes estarán sujetos a impuestos más altos. Eso es un shock.
Entonces, las economías empiezan a ajustarse. Esto significa que los bienes que antes iban a EEUU empezarán a dirigirse a otros países.
Por otra parte, Trump dice que quiere de regreso la manufactura en EEUU. Considerando un período mucho más largo, él espera que, con la introducción de estos aranceles, todos inviertan y construyan plantas en EEUU, de manera que tengan una gran capacidad para producir bienes manufacturados para exportar. Pero ese tipo de idea aún no está realmente integrada en este modelo porque realmente lleva mucho tiempo. Así que, simplemente, es algo que necesita ser analizado.
A mi me parece inconsistente. Ese tipo de estrategia, en realidad, requiere reducir aranceles y mantenerlos bajos durante unos 10 años. Pero con este tipo de enfoque, con cambios muy erráticos e impredecibles, no creo que los empresarios lo sigan con entusiasmo. Probablemente, esperarán y verán cómo seguir.
- ¿Qué importancia tiene monitorear el cambio en los flujos de comercio? China y la UE acordaron hacerlo…
- Este jueves (de la semana pasada), el Comisario de Comercio de la Unión Europea habló con sus homólogos chinos sobre la apertura de canales para seguir algunos productos que comenzarán a llegar a un ritmo acelerado.
Cuando comienzan a llegar rápidamente productos a un país, amenazando la producción o la industria local, existe una cláusula de seguridad en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que permite al país introducir temporalmente aranceles defensivos.
Para evitar que esto ocurra de forma hostil, la UE y China están en conversaciones para gestionar cualquier aumento rápido e incontrolado de las importaciones chinas al bloque europeo, evitando una guerra comercial.
Rol del cobre
- ¿Cómo ve a Chile considerando el estudio sobre el cobre que conduce EEUU?
- Creo que Chile estará bien porque EEUU quiere cobre para desarrollar su manufactura. Es probable que la administración Trump se decidida a permitir el ingreso de materias primas y productos semiprocesados.
El cobre es un bien muy importante, especialmente para semiconductores y chips, y también para la transición eléctrica. Chile tiene mucha suerte de contar con este material que todos desean. No creo que haya problemas.
Con todo, hay un pequeño impacto negativo con una reducción de 0,5% en el PIB per cápita (a largo plazo). Esto proviene de los bienes que tendrán un arancel de 10%.
Es sorprendente que EEUU haya decidido gravar los alimentos. He comprobado que Chile les exporta suficientes alimentos, los que se verán afectados.