Dos procesos judiciales mantienen en vilo al empresario Michael Clark y su Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) por los papeles de Azul Azul, la concesionaria del club de fútbol Universidad de Chile. La sociedad compradora por parte del empresario es Bulla SpA.
El actual presidente del equipo busca adquirir hasta el 100% de la propiedad de la matriz de la “U” por $ 17.337 millones, incluido el 63,07% en manos del fondo de inversión privado (FIP) Tactical Sport.
Desde comienzos de abril, una medida prejudicial impide a Tactical Sport celebrar actos y contratos. En tanto, el viernes Sartor AGF logró el embargo de sus acciones de Azul Azul.
El FIP es administrado por el Grupo Sartor y, hasta finales de 2024, Clark mantenía el 10% a través de su sociedad Inversiones Antumalal. El 13 de diciembre de 2024, compró el 90% restante por US$ 5,7 millones, pasando a controlar la totalidad del vehículo.
Bajo estas condiciones, el 28 de marzo Clark dio inicio a la OPA. Sus planes, eso sí, se vieron rápidamente interrumpidos.
A comienzos de abril, el segundo principal accionista de Azul Azul, Daniel Schapira y su familia, paralizó parte de la operación tras lograr una orden judicial de no celebrar actos y contratos con las acciones de la sociedad y el FIP.
Lo anterior, con el objetivo de prevenir cambios en Tactical Sport y “asegurar los resultados” de una eventual demanda contra el Grupo Sartor, el fondo privado y Antumalal.
Pero no fue la única medida. El 11 de abril, la sociedad subyacente a dos fondos públicos de la gestora en liquidación Sartor AGF, Inversiones Cerro El Plomo, logró el embargo de gran parte de las acciones de Azul Azul en manos de Tactical Sport.
Según se detalló en la demanda, el FIP adeudaba más de $ 7 mil millones a los vehículos Sartor Leasing y Sartor Táctico de la gestora intervenida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
¿Fin de la OPA?
Pese a las complicaciones, desde el entorno de Clark descartaron a DF que se produzca una cancelación de la OPA.
Eso sí, según lo estipulado en las bases de la operación, esta solo se considerará exitosa si logra un 63,07% de aceptación, mismo porcentaje de propiedad que detenta Tactical Sport. Así, de no destrabarse las acciones judiciales en contra del FIP y sus acciones, la OPA no podría considerarse exitosa.
Sin embargo, Schapira fue más allá y, en respuesta a un oficio de la CMF, aseguró que su medida prejudicial “conlleva a que la OPA iniciada por Clark a efectos de adquirir el 100% de las acciones de Azul Azul no pueda llevarse a efecto”.
“Dicha consideración se ve refrendada por lo señalado en el aviso de la OPA anunciada por Bulla SpA con fecha 28 de marzo de 2025, por cuanto en dicho texto se señala como causal de caducidad de la oferta la existencia de una orden judicial que ‘prohíba o de otra forma haga ilegal la adquisición de acciones de Azul Azul a través de la oferta’”, agregó.
Clark toma distancia
Ante el escenario judicial, Clark buscaría tomar distancia. Cercanos al presidente de Azul Azul señalaron que, en el caso del embargo, las deudas fueron contraídas por Tactical Sport y Grupo Sartor, específicamente por su filial Sartor Administradora de Fondos de Inversión Privado S.A.
Las acreencias, en tanto, habrían sido consideradas por el presidente de Azul Azul al momento de la compra de la totalidad del FIP.
Desde el círculo de Clark aclararon que las deudas Tactical Sport se buscarían pagar con la propia OPA, cuyo precio de $ 388 por acción cubrirían los US$ 7,2 millones en acreencias a los fondos de Sartor AGF.