Chile se une a China, la UE y otros 14 países para formar alianza que buscará resolver disputas comerciales
Con esto se reemplaza temporalmente un proceso bloqueado por Estados Unidos en la OMC.
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Chile, China, la Unión Europea y un grupo de 14 naciones -que incluyen a Brasil, Colombia y Uruguay- están formando una alianza para resolver sus disputas comerciales utilizando un sistema de apelaciones y arbitraje en la Organización Mundial del Comercio para reemplazar temporalmente un proceso bloqueado por Estados Unidos.
"Trabajaremos para establecer medidas de contingencia que permitan apelar a los informes de los paneles de la OMC que emiten en las disputas entre nosotros", según la declaración conjunta publicada por la Comisión Europea.
El desarrollo marca un avance del plan de respaldo de la UE para resolver disputas comerciales internacionales ahora que el organismo de apelación de la OMC está paralizado. El acuerdo se alcanzó entre los delegados de la OMC que se reunieron al margen del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
"Creemos que un sistema efectivo de solución de disputas de la OMC es de suma importancia para el sistema de comercio basado en normas, y que una etapa de apelación independiente e imparcial debe continuar siendo una de sus características esenciales", según el comunicado.
Parálisis de disputas
El año pasado, la administración Trump precipitó la parálisis del órgano de apelación de la OMC, que actuó como una especie de corte suprema para el comercio, al bloquear a todos los nominados para el panel de siete miembros.
Desde el 11 de diciembre sólo queda un miembro activo, que es menos que los tres miembros que deben firmar las resoluciones. El efecto práctico es que, si bien los miembros de la OMC aún pueden presentar conflictos, la parte perdedora puede apelar la decisión inicial de la OMC al vacío legal, que efectivamente actúa como un veto.
La nueva alianza buscará ampliar los acuerdos de tratados que la UE hizo con Noruega y Canadá el año pasado para resolver sus disputas de acuerdo con un modelo de apelación y arbitraje.
Este modelo se basa en una norma existente de la OMC, el artículo 25 del Entendimiento sobre Solución de Controversias, que permite a las naciones acordar una forma voluntaria de arbitraje para resolver sus disputas.
Bajo este enfoque, el director general de la OMC puede seleccionar un panel de exmiembros del cuerpo de apelaciones previamente examinados que aplican los mismos procedimientos del cuerpo de apelaciones para llegar a un juicio final. Como cuestión práctica, los miembros de la OMC que se registren en dicho sistema se someterán, básicamente, al mismo proceso que tendrían a través del órgano de apelación.
Poder de veto
Los detalles sobre cómo se aplicaría el modelo al grupo más amplio de países aún se están negociando.
Además de la UE, los participantes en la alianza incluyen: Australia, Brasil, Canadá, China, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Corea del Sur, México, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Singapur, Suiza y Uruguay.
EEUU, que no es miembro de la alianza, todavía tiene el poder de vetar cualquier caso pendiente en su contra al apelarlos. El país enfrenta varias disputas potenciales, incluidos desafíos a los aranceles de seguridad nacional del presidente Donald Trump sobre los productos de acero y aluminio.
El mandatario a principios de esta semana en Davos renovó su llamado a la reforma de la OMC. La declaración conjunta del viernes dijo que tomó "nota adecuada" de los comentarios del presidente de EEUU.
"El acuerdo de arbitraje de apelación multipartidista garantizará que los miembros participantes de la OMC continúen teniendo acceso a un sistema de solución de controversias vinculante, imparcial y de alta calidad entre ellos", dijo el jefe comercial de la UE, Phil Hogan, en un comunicado. "Continuaremos nuestros esfuerzos para buscar una solución duradera al impase del cuerpo de apelación".