Congreso de Brasil impulsará reforma económica y fiscal tras aprobación de la reforma de pensiones

Brasil impulsará su ambicioso programa de reforma económica después de la aprobación la semana pasada de cambios históricos en el sistema de pensiones, dijo Rodrigo Maia, presidente de la Cámara Baja del Congreso.

"Estamos en la recuperación más difícil de cualquier recesión desde la década de 1980", dijo el Maia en una entrevista con el diario Financial Times en Londres. "La reforma de pensiones fue un gran resultado, pero los próximos pasos serán clave".

La prioridad será una reforma del excesivo sector público de Brasil, seguida de una reforma fiscal. Dijo que había suficiente apoyo en el Congreso para garantizar la aprobación del primer paquete ya en marzo del próximo año.

"El pueblo brasileño considera que el Estado es demasiado caro, es demasiado autoritario y que beneficia a muy pocas personas", dijo. "Es cierto. En los últimos 30 años se ha creado el Estado para beneficiar a grupos de presión específicos en lugar de ciudadanos comunes".

Maia desempeñó un papel importante al guiar la reforma de pensiones a través de la displicente cámara baja de Brasil. Maia, miembro del Partido Demócrata de centroderecha, ayudó a garantizar una mayoría de tres quintos requerida a pesar de los desacuerdos entre los partidarios de Jair Bolsonaro, el presidente derechista que ha ocupado el cargo desde enero, y los del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

Sin embargo, a pesar de su apoyo al programa de reformas, a menudo ha estado en desacuerdo con Bolsonaro y su círculo de allegados propenso a los escándalos, y los ha calificado de "fábrica de crisis".

La economía brasileña se contrajo en más de 7% durante la recesión de 2015 y 2016, y desde entonces ha tenido dificultades para crecer más de un 1% anual.

Transformar el Estado

Lo que motivó el optimismo de Maia sobre las perspectivas de mayores reformas en el futuro fue un cambio de perspectiva entre los miembros de ambas cámaras del Congreso, quienes dejaron de perseguir mezquinos intereses personales y se dedicaron a la tarea de transformar el Estado para liberar dinero para inversiones en actividades productivas.

"Es la inversión la que gana votos", dijo, en lugar de darles empleos en el sector público a amigos y simpatizantes.

El Congreso se concentraría en impulsar el plan de reforma económica, en lugar de la agenda conservadora de "valores" propuesta por Bolsonaro.

Maia señaló que el congreso ya había reducido o rechazado varias medidas propuestas por Bolsonaro y sus partidarios, tales como la relajación de los controles de armas y el endurecimiento del secreto del gobierno. Dijo que una polémica propuesta que justificaría el asesinato de sospechosos por parte de oficiales de policía que actúen bajo la influencia de "miedo, sorpresa o emoción violenta" no pasaría por el Legislativo. 

El repentino ascenso al poder de Bolsonaro el año pasado fue seguido por un período de turbulentas relaciones con el Congreso en los primeros meses de su presidencia. Las disputas entre sus partidarios se han agravado desde entonces y se han intensificado en las últimas semanas. Maia dijo que el congreso seguiría su propio curso, sin verse afectado por las luchas de poder internas del presidente.

"Cuando Bolsonaro comenzó a pelearse con el congreso al principio de su presidencia, muchos de nuestros miembros pensaron que debíamos hacer que el gobierno fuera inviable", dijo Maia. "En cambio, hemos mantenido el plan económico sin concordar con la agenda de valores del presidente".

Maia candidato

A Maia lo han elogiado por sus habilidades políticas, y se ha ganado el respeto de los legisladores en la fragmentada legislatura brasileña compuesta por casi 30 partidos con ideologías poco definidas. Un opositor político de izquierda lo describió como "el hombre adecuado para el trabajo sucio" de impulsar la reforma de pensiones por la cámara baja.

Como presidente de la cámara, él decide qué proyectos de ley se debatirán. Dado que el poder ejecutivo se ha debilitado por las luchas internas, ha podido formar una coalición de legisladores que favorecen la reforma.

"Es apropiado tener un gobierno de coalición", dijo. "Incluso los que están en contra de Bolsonaro en el Congreso no están en contra de las reformas".

Maia sonrió ante la sugerencia de que Brasil estaba operando bajo un sistema parlamentario en lugar de un sistema presidencial, y se negó a descartar la noción de que él se postularía para la presidencia algún día.

Sin embargo, a pesar de su éxito como orador y del hecho de que pertenece a una de las familias políticas más conocidas de Brasil —su padre fue alcalde de Río durante tres períodos— quizás le falte el carisma necesario para que lo elijan a un cargo superior. Su intento de suceder a su padre como alcalde de Río en 2012 terminó con apenas el 3% de los votos.

Maia recalcó que era un motor para la continuidad. La reforma de pensiones aprobada la semana pasada se basaba en una propuesta por el gobierno anterior en 2017 y es similar en líneas generales a las propuestas hechas a mediados de la década de 1990.

A pesar de su apoyo al programa presentado por Paulo Guedes, el "superministro" de economía, Maia señaló que los legisladores se habían abstenido de aprobar los elementos más radicales de la reforma de pensiones inspirados por la Escuela de Economía de Chicago de la cual Guedes es discípulo.

Pero el poder de Maia tiene límites. Muchas reformas también dependen del Senado, cuyo presidente, Daví Alcolumbre, se muestra más reacio a impulsar medidas como la privatización de Eletrobras, la compañía eléctrica estatal. Maia dijo que no tenía sentido presionar para que se vendiera —lo cual es esencial, según dijo, para realizar la inversión que el sector tanto necesita— antes de tener asegurado el apoyo del Senado.