Como preocupante calificó el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) el incumplimiento de la meta de fiscal en 2024 y urgió al Gobierno a presentar a la brevedad un plan de ajuste del gasto público este año, de al menos US$ 1.500 millones, a fin de evitar un nuevo desvío en 2025.
Según la Dipres, en 2024 el déficit estructural llegó a 3,2% del PIB, mientras que la meta era reducirlo a 1,9% del PIB. Para este año, en tanto, la meta es un déficit de 1,1% del PIB, pero la última proyección de la autoridad apunta a que solo bajaría a 1,6% del PIB.
En un informe publicado el jueves, el CFA alertó que este desvío de las metas deteriora la situación de estrés fiscal actual, dificulta la estabilización de la deuda y envía una señal desfavorable sobre el compromiso o la capacidad del Gobierno para cumplir con sus metas fiscales.
Se proyectan holguras negativas y una deuda bastante cercana al nivel prudente de 45% del PIB, que no se debe superar. A todos los sectores políticos debiera interesarles que esa situación mejore".
“No podemos seguir sosteniendo un nivel de gasto público mayor que los ingresos fiscales permanentes”, afirma el presidente del CFA, Jorge Rodríguez, quien explica que las finanzas públicas se han venido deteriorando desde la crisis financiera de 2008, lo que se acrecentó con la pandemia, pero “estamos llegando a un punto en el que ya casi no nos queda margen”.
- Esta no es la primera vez que el CFA advierte que debe ajustarse el gasto. ¿Están siendo escuchados por la autoridad?
- El CFA tiene un rol de dar recomendaciones no vinculantes en pos de la responsabilidad y sostenibilidad fiscal. En ese sentido, hemos ido logrando ser una voz escuchada y cuyas recomendaciones, en mayor o menor medida, son tomadas en cuenta. Pero, sin duda, queda mucho por avanzar. El propio Consejo debe seguir mejorando sus comunicaciones para aumentar su incidencia; mientras que las autoridades con responsabilidad en los temas fiscales, del Ejecutivo y del Legislativo, en lo que corresponda, también deben tomar conocimiento de las sugerencias del CFA y evaluarlas.
No desconocemos que algunas decisiones de responsabilidad fiscal, como ajustar el gasto, pueden requerir medidas complejas o dolorosas. Y, por lo mismo, en este informe y en otros anteriores, llamamos a construir un amplio consenso de apoyo político para implementarlas”.
- Hacienda dice que sobre cumplió la meta fiscal en 2022 y 2023, y solo hubo un desvío en 2024. En su opinión, ¿las finanzas públicas están mejor o peor que al inicio de este Gobierno?
- El consejo valoró el importante ajuste fiscal realizado en 2022, de más de 20%, que implicó retirar gran parte de los gastos extraordinarios que se implementaron por la pandemia. Sin ese ajuste, la situación sería hoy aún más compleja. Eso inició un camino de normalización. Pero también dijimos que ese esfuerzo no agotaba la tarea de convergencia fiscal, hasta llegar, al menos, a un equilibrio del balance estructural para estabilizar la deuda como porcentaje del PIB. Y eso todavía no se logra. En ese sentido, el incumplimiento de la meta de 2024 es un retroceso y, por eso, llamamos a retomar el cumplimiento estricto de las metas y tomar medidas de ajuste del gasto desde ya.
- Hacienda y la Dipres recortaron la proyección de ingresos para este año en casi US$ 3.000 millones y anticipa un ajuste de gasto de US$ 635 millones, que ustedes consideran insuficiente. ¿Por qué se requeriría recortar US$ 1.500 millones? ¿Eso sería lo prudente?
- Los ingresos fiscales en 2024 estuvieron claramente sobreestimados, razón por la cual el CFA recomendó a la Dipres revisar sus modelos de proyección, lo cual está realizando con apoyo del FMI y esperamos que eso esté terminado en marzo. Pero en base a unos primeros ajustes, la Dipres ya corrigió la proyección de ingresos para 2025 y también la de gastos, en 0,2% del PIB, equivalente a US$ 635 millones. Pero eso es aún insuficiente para cumplir la meta estructural en 2025, requiriéndose un ajuste adicional del gasto de, al menos, 0,5% del PIB, equivalente a US$ 1.554 millones.
- ¿Pero un ajuste de US$ 1.554 millones sería prudente? Algunos analistas dicen que se requiere cortar el doble que eso…
- Con la información disponible hoy, ese es el ajuste necesario para cumplir con la meta de 2025, de un déficit estructural de 1,1% del PIB. Pero la magnitud de dicho ajuste puede cambiar, dependiendo de si cambian también los ingresos.
- Ustedes piden que el ajuste se defina de manera “oportuna y efectiva”. El ministro Marcel señaló que se debe esperar a las Cuentas Nacionales que se conocerán el 18 de marzo, pero esperan adelantar “algunos días” el próximo Informe de Finanzas Públicas…
- La Ley sobre Responsabilidad Fiscal exige que el Gobierno presente medidas de mitigación ante un desvío de las metas en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre, que la Dipres suele presentar en abril. Sin embargo, reconociendo que los ajustes de gastos significativos son complejos de diseñar y que requieren la construcción de acuerdos políticos para su implementación, y dado que en 2024 no se pudieron realizar en la magnitud requerida, es que como CFA hemos sugerido adelantar lo más posible ese trabajo, asegurando que su magnitud permita contener el gasto público de manera oportuna y efectiva.
“Un plan concreto de eficiencia”
- ¿Y dónde ven espacio para los recortes?
- La experiencia internacional muestra que muchas veces los ajustes fiscales se hacen retrasando proyectos de inversión, y no ajustando gasto corriente. Pero eso es contraproducente, porque afecta al crecimiento económico y, a la larga, también a los ingresos ficales. Por eso, el desafío es obtener ganancias de eficiencia permanentes, principalmente de ajustes del gasto corriente. Para ello, entre otras medidas, el Gobierno debe considerar la información de evaluación de programas con la que cuenta, e implementar la metodología de revisiones de gasto recomendada por la OCDE. En definitiva, esto requiere que el Ministerio de Hacienda elabore un plan concreto de eficiencia del gasto, con metas específicas y rendición de cuentas de sus logros.
- También advirtieron que el desvío de las metas pone en riesgo la credibilidad de la regla fiscal…
- Chile se ha caracterizado por muchos años por tener una institucionalidad fiscal sólida y creíble, eso ha sido un activo del país. Esa institucionalidad hay que cuidarla y fortalecerla permanentemente, para que no vaya quedando rezagada. El CFA ha hecho propuestas en ese sentido, como mejorar los modelos de proyección de ingresos fiscales, mejorar el registro contable de las necesidades de financiamiento sobre y bajo la línea, o entregar más información sobre la deuda flotante con proveedores. Y las seguirá haciendo de manera constructiva, ya que la confianza y la credibilidad de la institucionalidad son un elemento clave para su buen funcionamiento y, en definitiva, para las decisiones de los agentes económicos.
- Pero ¿por qué advierten que el desvío “puede erosionar la credibilidad fiscal?
- Porque en ausencia de condiciones extraordinarias, que en 2024 no las hubo, la expectativa de los agentes económicos es que las metas fiscales se cumplan. Si ello no ocurre, las reglas y metas fiscales poco a poco pueden ir dejando de ser un ancla que dé certeza para la toma de decisiones. Como país debemos evitar que eso ocurra.
- ¿Qué situación fiscal heredará el próximo Gobierno?
- Las proyecciones muestran que el próximo Gobierno, del signo que sea, no tendrá espacio para implementar nuevas políticas que impliquen gasto, ya que se proyectan holguras negativas y una deuda bastante cercana al nivel prudente de 45% del PIB, que no se debe superar. A todos los sectores políticos debiera interesarles que esa situación mejore, y eso puede ser una oportunidad para lograr un acuerdo amplio para la sostenibilidad fiscal.
- La candidata presidencial Evelyn Matthei pidió un ajuste fiscal de US$ 3.000 millones en este Gobierno y espera recortar US$ 6.000 millones adicionales en su eventual administración ¿ve necesario un recorte de esa magnitud?
- El CFA ha identificado que en 2025 se debe ajustar el gasto para cumplir con la meta de balance estructural. A la vez, las cifras de la Dipres muestran que hasta 2029 existen holguras negativas, es decir, no solo no hay recursos para nuevos gastos, si no que los recursos que se proyectan son insuficientes para cubrir los gastos ya comprometidos.
- ¿Pero es posible un ajuste como el que ella propone?
- El consejo ha llamado a lograr un consenso amplio para retomar la convergencia fiscal. Y eso implica ajustes importantes de gasto. Para lograrlo, se requieren ajustes sostenibles y bien diseñados que aseguren el cumplimiento de las metas fiscales, sin perjudicar la inversión, el crecimiento a largo plazo ni el bienestar social. Ello es posible, pero insisto, ajustar gastos en magnitudes significativas requiere de acuerdos políticos amplios para implementarlo, ya que implica medidas complejas y dolorosas.
El balance y desafíos de la CFA
En mayo de este año, Jorge Rodríguez cumplirá su período en la presidencia del CFA y dejará el organismo.
- ¿Qué evaluación hace de su paso por el consejo?
- Me ha tocado estar desde la creación del CFA, los primeros tres años como vicepresidente, y los siguientes tres como presidente. Hemos logrado que el CFA sea una voz respetada en el ámbito de las finanzas públicas, a la que se le reconoce su carácter técnico e independiente. Nos queda el desafío de ser más incidentes en las autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo, considerando que el CFA da recomendaciones no vinculantes.
- En ese sentido, ¿cuáles son los desafíos que quedan?
- Para analizar una mayor cantidad de temas con implicancias fiscales para los cuales hoy no tenemos atribuciones ni capacidad, un desafío es comenzar a pensar en un CFA 2.0. Cabe preguntarse, por ejemplo, si el CFA debe poder realizar proyecciones fiscales propias para contrarrestarlas con las de la Dipres, si debe poder analizar los informes financieros de los proyectos de ley de gran impacto fiscal, o si debe analizar riesgos fiscales más allá del perímetro del Gobierno central.
Traspasos de Corfo a Hacienda: “Es una evidencia más del estrés fiscal que hemos estado viviendo”
- A propósito de la polémica por los recursos pedidos por Hacienda a Corfo en 2023, ¿era correcto desde el punto de vista de la regla fiscal que se entregaran esos fondos al Fisco?
- Desde un punto de vista de la sostenibilidad fiscal, que es al ámbito del CFA, esta situación es una evidencia más del estrés fiscal que hemos estado viviendo en los últimos años y que se proyecta que continuará en los próximos.
- ¿Por qué?
- Porque el Gobierno ha debido recurrir a distintas fuentes de financiamiento para solventar los gastos, incluyendo un aumento de la deuda bruta y retiros desde el FEES, entre otros. En ese sentido, dentro de sus atribuciones para disponer de los ingresos fiscales en general, el Ministerio de Hacienda retiró de Corfo los recursos asociados al litio, que en 2022 y 2023 tuvieron un desempeño extraordinariamente alto. Y por eso llamamos a concentrarnos en solucionar ese problema de fondo con un acuerdo político amplio.
- El ministro Marcel dijo que esos traspasos fueron correctos y permitieron disminuir el endeudamiento…
- Entre las atribuciones del Ministerio de Hacienda está el gestionar la deuda dentro del marco que cada año se aprueba en la Ley de Presupuestos, así como disponer de los ingresos fiscales, e incluso, bajo ciertas condiciones, disponer de los ahorros. Entre todas esas fuentes, Hacienda debe buscar el equilibrio más eficiente.
Pero más allá del tema puntual, el problema de fondo que queremos enfatizar como consejo, es la necesidad de retomar la senda de convergencia fiscal, que requiere cumplir con el principio de financiar gastos permanentes con ingresos permanentes, y no con deuda ni con disminución de ahorros.
- La Dipres dijo que hasta 2023, de acuerdo con la regla fiscal, lo esperable era que todos los ingresos por contratos de arriendo de Corfo para la producción de litio se destinaran a fines del presupuesto ¿Es así? ¿Fueron bien usados esos recursos?
- En el caso específico de los traspasos de Corfo asociados al litio realizados en 2022 y 2023, el consejo en su momento hizo notar que ellos contenían un componente transitorio debido al precio del mineral extraordinariamente alto, y que, por lo tanto, había que ser cautelosos y establecer una metodología para identificar su componente más permanente en el marco de la regla de balance estructural, pues se corría el riesgo de comprometer gastos permanentes contra ingresos parcialmente transitorios. El CFA publicó dos informes sobre la materia en 2023. Y la Dipres ha estado aplicando una metodología para ello, pero desde 2024 en adelante.