El precio del dólar retomaba las alzas este viernes, mientras el peso chileno enfrenta una fuerte caída en el precio del cobre, aunque recibe el apoyo de cifras que mejoran las perspectivas sobre la economía doméstica, junto con datos de inflación sin grandes sorpresas desde Estados Unidos.
Después de abrir con un salto a $ 959 y luego caer a $ 951, al inicio de la tarde la divisa subía $ 4,1 hasta los $ 957,6 en el mercado chileno. Ayer jueves cerró con su mayor alza en dos meses, principalmente a causa de los aranceles prometidos por el Presidente estadounidense, Donald Trump.
Frente arancelario
Hubo amagos de recuperación durante la mañana, pero ahora el dólar volvía a fortalecerse en la mayor parte de las economías emergentes, algo que profundiza los achaques de la víspera. Un indicador que compara al dólar con monedas de países desarrollados no mostraba cambios relevantes.
Los futuros del metal retrocedían 2% a US$ 4,53 por libra en el mercado Comex, al final de una semana que ha estado marcada por la volatilidad, tras el masivo apagón del martes en Chile (que interrumpió grandes operaciones mineras) y la orden de Trump de investigar arancles sobre el metal.
Esto influía negativamente sobre el peso chileno, más allá de las fuerzas de carácter interno llegaron al tablero en la operación de hoy, donde tasas de interés locales subían a contracorriente de las comparables estadounidenses, luego de un sólidas cifras sectoriales y una caída más profunda de lo esperado en la tasa de desempleo.
"La semana concluye con noticias más bien favorables para Chile, con cifras de ventas minoristas y producción manufacturera que apuntan a que la recuperación de la actividad se sostiene. Sobre esta base, esperamos que el Imacec de enero de cuenta de una alza de 2,6% anual", publicó Bci Estudios en su informe semanal.
A nivel internacional, los agentes del mercado tomaron de los índices de consumo y gasto personal (PCE, por su sigla en inglés) en Estados Unidos. El deflactor subyacente -considerado como el "dato de inflación favorito de la Reserva Federal"- vino en línea con lo esperado, mientras que otros indicadores tales como el gasto personal real se contrajeron más de lo previsto.
"El avance en la convergencia de la inflación subyacente podría ser bien recibido por los mercados, y sumando lo anterior a la desaceleración del consumo personal, podríamos ver alguna señal de apoyo hacia las expectativas que ahora hablan de la posibilidad de un par de recortes en la tasa de política monetaria en EEUU para este año 2025", escribió el jefe de estrategia de inversión de Principal AGF, Jorge Herrera.