La medida medida preferida de la Reserva Federal para medir la inflación subyacente subió a un ritmo moderado en enero, lo que ofrece algo de alivio después de una serie de informes que sugirieron que las presiones sobre los precios están aumentando nuevamente. Los consumidores, por su parte, redujeron el gasto.
El llamado índice de precios del gasto de consumo personal básico -que excluye los alimentos y la energía (PCE en inglés)- aumentó un 0,3% con respecto a diciembre. Con respecto al año anterior, aumentó un 2,6%, lo que iguala el menor aumento anual desde principios de 2021, según mostraron los datos de la Oficina de Análisis Económico publicados el viernes.
El gasto de consumo ajustado a la inflación cayó un 0,5%, lo que supone la mayor caída mensual en casi cuatro años en medio de un clima invernal extremo tras una temporada festiva intensa. La caída de los gastos se debió a una caída descomunal de las compras de vehículos de motor, aunque la desaceleración del gasto en servicios, si se mantiene, también puede hacer sonar las alarmas sobre la salud del consumidor.
Aun así, las cifras difundidas este viernes ofrecen un respiro en el frente de la inflación después de que otros informes sobre los precios sugirieran que el progreso no solo se ha estancado, sino que se está revirtiendo. Los funcionarios de la Reserva Federal han indicado que necesitan ver una disminución significativa de la inflación antes de comenzar a bajar las tasas de interés otra vez, especialmente si se considera la incertidumbre sobre cómo las políticas del presidente Donald Trump afectarán los precios.
Los precios de los servicios básicos, una categoría muy vigilada que excluye la vivienda y la energía, subieron un 0,2% con respecto al mes anterior. Los precios de los bienes, excluidos los alimentos y la energía, aumentaron un 0,4%, la mayor alza desde principios de 2023. Otro indicador de la inflación subyacente global que elimina los precios imputados, en el que se han centrado los responsables de la Fed en los últimos meses, subió un 0,2%.
El informe del PCE reveló un aumento del 0,9% en los ingresos nominales en enero, gracias en parte a un ajuste anual del costo de la vida para los beneficiarios de la Seguridad Social. El ingreso personal disponible ajustado a la inflación subió un 0,6%, lo que contribuyó a que la tasa de ahorro alcanzara su nivel más alto desde junio.