Una nueva fase se está abriendo en la guerra comercial que afecta a todo el globo, pero que protagonizan sus dos mayores economías. La escalada arancelaria que partió con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, pero que se intensificó hasta niveles insospechados tras el Día de la Liberación el pasado 2 de abril, parece estar dando paso a posturas que podrían abrir las puertas de las negociaciones entre China y Estados Unidos.
A medida que se deja sentir el peso de unos aranceles generales de 145% para las importaciones del gigante asiático y de 125% para la contraparte estadounidense, entre otra serie de medidas de agresión comercial, Washington y Beijing han comenzado a expresar públicamente lo que consideran como una base mínima para sentarse en una mesa a conversar.

Activo en las vocerías sobre guerra comercial ha estado el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien este miércoles participó de las reuniones del FMI y el BM. Foto: Bloomberg
Cambio de tono
En voz del secretario del Tesoro, Scott Bessent, estuvo la primera intervención que inició el cambio de rumbo. “Ninguna de las partes cree que el statu quo es sostenible”, dijo el martes en un discurso privado para JPMorgan Chase. Horas más tarde, fue el propio Trump quien abordó el tema, planteando que los aranceles que pesan sobre el país asiático “bajarán sustancialmente, pero no serán cero”.
Estas declaraciones no pasaron inadvertidas en China, a tal punto que este miércoles, según consignó CNN, era tendencia en la red social local Weibo “Trump se acobardó”, acumulando más de 110 millones de visualizaciones.
De manera formal respondió el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, quien -al igual que sus pares estadounidenses- decidió poner el foco en el enorme peso tarifario. “No se puede afirmar que se quiere llegar a un acuerdo con China mientras se aplica una presión extrema constantemente”, indicó.
Este miércoles, el Presidente chino, Xi Jinping, también abordó el asunto, aunque más tangencialmente. En comentarios que se dieron en el marco de la visita de Estado de su par de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, Xi aseguró que las guerras arancelarias y comerciales socavan los derechos e intereses legítimos de todos los países, dañan el sistema de comercio multilateral e impactan el orden económico mundial, consignó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Bessent: “Insostenible”
Trascurridas las horas, EEUU tuvo un nuevo turno, siendo su máxima autoridad económica quien volvió a pronunciarse.
En el marco de su participación en el Foro Global de Perspectivas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Bessent fue consultado por un reporte del Wall Street Journal que aseguraba que la Casa Blanca estaba considerando reducir los aranceles a las importaciones chinas hasta en un 50%. Aunque calificó la información como “pura especulación”, descartando una oferta unilateral de Washington, sí reiteró lo planteado en la jornada previa.
“Ninguna de las partes cree que estos sean niveles sostenibles. Como dije ayer (martes), esto equivale a un embargo y una ruptura comercial entre los dos países no conviene a nadie”, dijo Bessent a la prensa, agregando que para una rebaja “tendría que haber una desescalada por ambas partes”.
Sobre la política arancelaria general de EEUU con el mundo, Bessent afirmó que el tercer trimestre de este año es una “estimación razonable” para lograr claridad sobre el nivel final de los aranceles de Trump.
Por su parte, el Presidente estadounidense se limitó a señalar que se va “a tener un acuerdo justo con China”, al mismo tiempo que elevó las tensiones con Canadá, asegurando que los aranceles de 25% sobre sus automóviles podrían subir.
Críticas al FMI y al BM
En el mismo evento del IIF, Bessent abrió un nuevo conflicto con organismos multilaterales.
El secretario del Tesoro acusó al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) de una “desviación de su misión”, llamando a estas instituciones a que se aparten de “sus agendas extensas y desenfocadas” sobre el cambio climático y las cuestiones de género.
Con estas declaraciones ya divulgadas, llegó Bessent a las reuniones de primavera (boral) que las mencionadas organizaciones sostienen esta semana en Washington.
En el encuentro que convoca a diversas autoridades financieras y económicas del mundo, Bessent volvió sobre el asunto.
“Como parte del retorno a su mandato fundamental, el FMI debe realizar análisis rigurosos y presionar más a sus miembros para que mantengan prácticas monetarias justas y transparentes”, señaló Bessent, agregando que “en materia de préstamos, el FMI debe mejorar la calidad y la eficacia de sus programas para que los países abandonen estos acuerdos con estabilidad y eviten una dependencia prolongada del apoyo del FMI”.
Sobre el BM, planteó que con “un cambio en el enfoque expansivo de las políticas”, se “allanará el camino para un mayor enfoque en objetivos fundamentales que promuevan el crecimiento económico y la estabilidad basados en el mercado”.