Caída del crudo empuja con fuerza al Nikkei
El principal indicador de la Bolsa de Tokio cerró con alza superior al 2%.
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Los temores parecen quedar atrás en los mercados asiáticos y los inversionistas se lanzan al ruedo bursátil en busca de gangas. La baja del petróleo y la consecuente debilidad del yen frente al dólar animaron al selectivo de la Bolsa de Tokio que cerró la sesión con avances del 2,2%.
La debilidad del yen frente al dólar y la nueva caída del precio del petróleo animó a las compañías exportadoras como Toyota y otras automovilísticas y condujo al Nikkei 225 hasta los 13.603 puntos, su nivel más alto desde el 26 de junio. En la región Asia-Pacific los avances fueron del 0,8% y el indicador MSCI cerró en máximos de tres semanas.
El Hang Seng de Hong Kong se anotó un 0,6% impulsado entre otras compañías por la aerolínea Cathay Pacific que se apreció un 4% aprovechando la tregua que dio el crudo. Y en Corea del Sur el índice Kospi rebotó un 2,2% gracias al avance de Samsung Electronis que sumó un 4,6% tras anunciar una recompra de acciones.
El barril de West Texas Intermediate, la referencia estadounidense, perdió cerca de 4 dólares y se pagó a 124,44 dólares. La caída se debió a unos buenos pronósticos meteorológicos que descartan la posibilidad de que el huracán 'Dolly' afecte a las refinerías que Estados Unidos tiene en el Golfo de México
Rally automovilístico
De vuelta a la renta variable nipona la euforia se vivió de forma especial en las compañías textiles Toray Industries y Mitsubishi Rayon que se dispararon un 4,8% y un 8%, respectivamente, al calor del anuncio de que trabajarán con otras firmas para desarrollar una nueva fibra de carbón para los coches que aligere los vehículos y mejore su eficiencia.
El resurgir del dólar se hizo más patente con el pinchazo del precio del petróleo. El billete verde rebotó a máximos de un mes frente al yen y estableció su cambio en las 107,78 unidades. Las empresas exportadoras aprovecharon la ocasión para recoger dinero. Así Canon sumó un 3,7% pese al anuncio que realizó de recortar un 12% su beneficio trimestral que compensó con unas previsiones para el conjunto del año que superaron todos los pronósticos.
El sector automovilístico recibió como agua de mayo el rebote del dólar y la nueva caída del petróleo y lo festejó por todo lo alto. Toyota se apreció un 5,1%, Honda un 3,8% y Nissan un 1,2%. La mayor celebración la realizó Mazda Motor que vio como sus títulos se dispararon un 6,5% después de que Merrill Lynch y Lehman Brothers elevaran su precio objetivo.