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Millonarios galos huyen a Bélgica para evadir la ley

Durante décadas, la práctica de la ley tributaria de la boutique de Thierry Afschrift...

Por: | Publicado: Lunes 18 de febrero de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por James Fontanella-Khan, 
Bruselas
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Durante décadas, la práctica de la ley tributaria de la boutique de Thierry Afschrift estaba entre los secretos mejor guardados de la elite acaudalada de Bélgica. Pero en los últimos cinco meses, los teléfonos de Afschrift no han parado de sonar de parte de su clientela, ricos franceses que buscan establecer fundaciones privadas en Bélgica para proteger las fortunas de sus familias de los impuestos establecidos por el presidente de Francia, François Hollande. 
“Tenemos a muchas personas que vienen todos los días a hacernos preguntas sobre establecer fundaciones”, señaló Afschrift. Otros abogados tributarios dicen que han estado recibiendo diez llamados al día desde Francia.

Afschrift lo llama el “efecto Arnault”, por el francés Bernard Arnault, dueño de LVMH y el hombre más rico de Europa, que el año pasado postuló a la nacionalidad belga después de que Hollande ganara las elecciones. 
La jugada de Arnault y la filtración de la residencia belga del actor francés Gérard Depardieu iluminó a los miles de acaudalados franceses que buscan trasladarse a Bélgica desde el triunfo de Hollande, pero también por los beneficios tributarios para las fundaciones. En el barrio de Uccle, al sur de Bruselas, las inscripciones francesas se más que duplicaron el año pasado a 1.200, según autoridades locales. 
Los abogados tributarios en Bruselas señalan que la atención puesta a sus vecinos franceses ha oscurecido una tendencia mayor: los galos ricos que no buscan trasladarse, sino que quieren utilizar un tecnicismo menos conocido que se cree Arnault está explotando. 
En diciembre de 2008, Arnault estableció una fundación privada en Bélgica para algunos activos, con el fin de proteger su imperio de un quiebre después de su muerte.

Este tipo de fundación privada no es permitida en Francia. Además, la ley belga ofrece un impuesto sobre herencias mucho más bajo.

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