May presenta “plan B” para el Brexit, pero Bruselas rechaza renegociar propuesta para la frontera de Irlanda
La primera ministra británica apuesta por lograr apoyo apelando a los euroescépticos en lugar de las facciones pro-UE de su partido.
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Bruselas/Londres
Theresa May le dijo al Parlamento que su “plan B” para el Brexit se centraría en renegociar medidas para evitar una frontera dura con Irlanda, una iniciativa que fue inmediatamente rechazada por el negociador jefe de la Unión Europea.
La primera ministra británica presentó su plan a los parlamentarios en una apuesta por lograr construir apoyo en la Cámara de los Comunes apelando a los euroescépticos en lugar de las facciones pro-UE de su partido. Los euroescépticos ven a la “red de seguridad” (backstop en inglés) de la frontera de Irlanda como una “trampa” que mantendría al Reino Unido encerrado en una unión aduanera con la UE indefinidamente.
Pero Michel Barnier, el negociador para el Brexit de Bruselas, la llamó a enfocarse en cambio en negociar una relación futura “más ambiciosa” con la UE en lugar de intentar cambios en el backstop, describiendo el acuerdo de retiro que Westminster rechazó la semana pasada como el “mejor acuerdo posible”.
Diplomáticos de la UE ven lazos más cercanos entre el Reino Unido y la UE, posiblemente en la forma de una unión aduanera formal, como el prerequisito a un acuerdo con el opositor Partido Laborista que pueda ganar la aprobación en la cámara.
“No creo que pueda convencer a los parlamentarios presentándoles el mismo acuerdo con algunas modificaciones”, dijo Josep Borrell, el ministro de Relaciones Exteriores de España. “El rechazo ha sido muy grande como para pensar que basta con pulir lo que ya ha sido rechazado”.
Peter Altmaier, un influyente ministro del gobierno alemán, también presionó al gobierno del Reino Unido para descartar salir de la UE sin un acuerdo con Bruselas, diciendo que una “gran mayoría” quería “evitar lo peor”.
Regreso a Bruselas
May le dijo a los parlamentarios que pretendía volver a Bruselas para buscar nuevas garantías legales de que el backstop no se volvería permanente, con la esperanza de ganar a los Tories a favor del Brexit y al Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que apoya a su gobierno de minoría.
La primera ministra espera que sus críticos acepten eventualmente nuevas concesiones de Bruselas y apoyen su acuerdo del Brexit, en lugar de arriesgar que la salida del Reino Unido de la UE se posponga más allá de la fecha estipulada del 29 de marzo, o simplemente rechazarlo.
En la cámara, se negó a descartar buscar una extensión del Artículo 50 de proceso de divorcio con Bruselas; los parlamentarios pro-UE están proponiendo un proyecto que demandaría que May posponga el Brexit si no se acepta un acuerdo con los parlamentarios para fines de febrero.
Amber Rudd, secretaria de Trabajo y Pensiones, advirtió a May que docenas de ministros renunciarían si no se les permite apoyar el proyecto de aplazamiento del Brexit. El ministro de Negocios, Richard Harrington, dijo que una salida “sin acuerdo” podría forzar el cierre de las plantas de Jaguar y Mini.
Sin embargo, May advirtió que cualquier intento por revertir la decisión del referendo de 2016 de dejar la UE podría “dañar la cohesión social”, pero Downing Street negó que se refiriera a que podría haber desorden público y violencia en las calles.