Artículo sobre precios preferenciales tensiona la modernización del acuerdo entre Chile y la UE
El punto que está incluido en el capítulo de Energía y Materias Primas sería la principal “línea roja” para la actual administración. La alerta que enciende el gobierno es que dicho tema podría implicar ciertas limitantes a la gestión del litio.
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Aunque la modernización del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea lleva cinco años en curso, el debate ha subido de tono en las últimas semanas. Desde la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) afirman que “Chile desea firmar este acuerdo”, así como que “la UE ha tenido una postura receptiva y ha estado abierta a sostener conversaciones ante los planteamientos de los equipos negociadores chilenos”.
En la entidad liderada por José Miguel Ahumada reiteran que no pueden profundizar en el detalle de los puntos donde existen diferencias. Pero, lo que se comenta en Teatinos 180 es que para las autoridades nacionales serían dos artículos los que están impidiendo concluir la modernización: la “línea roja” -como se señala en privado- sería, en el capítulo de Energía y Materias Primera, el export pricing, que podría -según análisis del Ejecutivo- limitar la gestión del litio.
El artículo es nuevo para Chile, pero es parte de la “plantilla negociadora” de la UE en los últimos años. Incluso, cuando partió la modernización -en 2017- estaba en el mandato de las conversaciones.
José Miguel Ahumada, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales.
Fuentes familiarizadas con el texto explican que el export pricing busca prohibir el uso de instrumentos de precios preferenciales en el mercado nacional con respecto al internacional, con lo que Chile estaría imposibilitado de ofrecer litio u otra materia prima a un precio menor a empresas que agreguen valor en el país. En Cancillería se alerta que, con este artículo, Chile no podría renovar los contratos que hoy tiene Corfo con SQM y Albemarle en las concesiones del litio, ni licitar nuevos convenios con las condiciones que se han usado hasta ahora.
La interpretación del Ministerio es que con el artículo y sus excepciones Chile quedaría “amarrado” a abastecer de litio a la UE, sin poder implementar políticas que vienen de los segundos gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, de cara a generar una industria en torno al mineral.
En 2021 Chile lideraba en reservas mundiales de litio, concentrando el 44% del total, según Cochilco. El mineral es clave para el nuevo modelo de desarrollo que impulsará el gobierno, sustentable y con foco en el medio ambiente. Tanto así que en su cuenta pública el Presidente Boric reiteró esta meta y la creación de una Empresa Nacional del Litio.
Si bien el proyecto está en construcción, los análisis del gobierno advierten que el export pricing limitaría “fuertemente” el ámbito de acción de la nueva empresa estatal, restringiendo la forma en que se puede relacionar con otras firmas.
De los últimos temas
En la administración anterior acotan que lo que pretende la UE con el export pricing es no poder ser discriminada en comparación a otros países en la comercialización del litio. Quienes llevan años en las negociaciones reconocen que el tema fue “muy complicado y difícil” a lo largo del proceso, y fue de los últimos que cerraron.
El artículo es nuevo para Chile, pero es parte de la “plantilla negociadora” de la UE en los últimos años. Incluso, cuando partió la modernización -en 2017- estaba en el mandato de la negociación.
En la gestión anterior califican como un “movimiento importante” el del bloque, que originalmente tenía posiciones “más drásticas y estrictas” sobre el tema. Destacan que se logró que aceptaran “ciertos elementos de espacios regulatorios para Chile”. Esto se traduce en que el artículo va con un anexo, que establece el espacio regulatorio que Chile tiene para explotar y comercializar el litio, comentan. Según fuentes del gobierno anterior, ninguno de esos elementos sería una limitación absoluta a futuro.
En la actual Cancillería se reconocen ciertos avances, pero se ven como “insuficientes”. Una crítica apunta a la ambigüedad de las frases, que -advierten- podrían generar obligaciones al Estado chileno que no permitan el fomento de un ecosistema innovador, y solo autoricen exportar el mineral sin procesar. Los equipos estarían analizando potenciales efectos en otras materias primas y bienes energéticos, como hidrógeno verde.
El otro punto que genera tensiones es el artículo sobre requisitos de desempeño, en el capítulo de Inversión y Comercio de Servicios. Esta es una obligación que Chile ha aceptado en sus acuerdos de inversiones, pero en Teatinos 180 acotan que la UE introdujo una nueva lista, que además de la estándar considera restricciones en temas como exigir un nivel de innovación y desarrollo a inversiones antes de establecerse.
Equipo y plazos
La nueva administración apunta a asegurar que el acuerdo modernizado sea compatible con el programa de gobierno y la nueva Constitución, de ser aprobada. En los equipos técnicos negociadores el núcleo se ha mantenido, pero el jefe de la comitiva cambió: el nuevo líder es Sebastián Gómez, director general de Asuntos Económicos Bilaterales, quien reemplazó a Felipe Lopeandía.
En la Subrei dicen que se ha acordado con la UE un cronograma de trabajo que contempla reuniones virtuales y presenciales -cara a cara en septiembre y noviembre- para poder llegar a un “agreement in principle”.