Sebastián Dávalos declaró haberse enterado de los negocios de Caval (de propiedad de su esposa, Natalia Compagnon) por las declaraciones de terceros en la carpeta investigativa y en declaraciones de prensa.
Así se desprende de la segunda declaración que el ex Director Sociocultural de La Moneda prestó ante el fiscal regional de Rancagua, Luis Toledo, que recogió El Líbero, como parte de la investigación por supuestos delitos de cohecho, tráfico de influencias, violación de secreto y negociación incompatible por el Caso Caval.
Dávalos agregó en su testimonio que todas las decisiones de negocios de Caval eran tomadas por el otro socio de Compagnon, Mauricio Velero, y que de muchos de ellos se enteró por la prensa durante este año.
Respecto del negocio de Caval en Machalí, el hijo de la mandataria fue enfático en afirmar que desconocía las negociaciones para adquirir dichos terrenos, el monto del precio pagado, la forma de financiamiento "ni la problemática generada en esa negociación". Su único error dijo fue "haber asistido a una reunión con Andrónico Luksic".
"Puedo afirmar que se me ha involucrado en un negocio en el que yo jamás tuve participación alguna ni interés. Tal involucramiento se hace de manera intencionada con la única finalidad de denostar mi honra e involucrar políticamente a la Presidenta de la República", agregó.
En su testimonio de cinco páginas el hijo de la mandataria también se refirió también a las asesorías pagadas al empresario Gonzalo Vial Concha en febrero y marzo de 2012, mientras era funcionario de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales.
Al respecto, reconoció que ese año realizó millonarias asesorías a Vial, aclarando que "en ninguno de esos trabajos yo tenía impedimento legal para realizarlos conforme al artículo 68 de la Ley de Probidad, la que me permitía ejercer labores anexas a la función pública que desarrollaba en la medida en que no ocupe recursos públicos, o no se refieran a las propias labores del servicio en que me desempeñaba".