Valparaíso fue seleccionada por programa del MIT que busca fortalecer los ecosistemas de innovación regional

La región de Valparaíso -junto a otras seis alrededor del mundo- fue seleccionada en junio pasado para participar en el MIT REAP, un programa de global del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés) de Estados Unidos, que involucra a comunidades de todo el mundo para fortalecer los ecosistemas empresariales impulsados por la innovación y transformar la economía local.

La postulación fue impulsada por la Universidad Federico Santa María (USM), la que conformó un equipo de nueve personas, liderado por la directora general de vinculación con el medio de la USM Santa María, María José Escobar.

De de acuerdo a las bases, el equipo debe estar integrado por cinco sectores: universidades, sector público, grandes empresas, fondos de inversión y emprendedores y en el caso de Valparaíso, lo conforman representantes del gobierno regional, Armada de Chile, Corfo, Indemin, Asociación de Empresas Región de Valparaíso, inversionistas, la startup Neering y las universidades Católica de Valparaíso y Santa María.

Escobar comentó que Valparaíso fue elegida en el programa de aceleración regional junto a Miami, Michigan, Hualien, Heilbronn-Franconia, Botswana y Edomnton. Es la segunda vez que Chile participa, la primera fue con Santiago, en 2018.

El programa tiene una duración de dos años, con cuatro visitas al MIT presenciales para elaborar la estrategia que se implementará en base a la metodología del instituto para dinamizar el ecosistema. 

“Los workshops permiten caracterizar de una forma muy precisa tu ecosistema, saber cuál es la capacidad de emprendimiento e innovación, y en base a eso tus ventajas comparativas para poder definir una estrategia de intervención e implementarla”, dijo Escobar.

Primeras definiciones

Hace algunas semanas, en noviembre, el equipo hizo su primer viaje al MIT, en el que empezó el levantamiento de datos clave de la región.

Escobar explicó que los datos que están recabando son para determinar cuáles son las capacidades que tiene Valparaíso en emprendimiento e innovación, para luego -en el segundo workshop- definir cuáles son los cuellos de botella para su segundo viaje en junio de 2025.

“Debemos identificar por qué los emprendedores se van de la región y en qué sectores hay fugas”, comentó.

Aunque la estrategia no estará definida hasta 2026 para su implementación, ya han logrado identificar ciertas claves. Por ejemplo, tres “polos” fuertes de la región que podrían ser beneficiados.

El primero es la agroindustria. “Hay mucho desarrollo agrícola, que no está en cualquier parte, y en los últimos años, la mayoría de las startups biotecnológicas están involucradas con el agro”, dijo Escobar.

Además, destacó en este punto la relevancia de las universidades, que están impulsando carreras para formar profesionales para mejorar o renovar esta industria.

La segunda área identificada es la logística, debido a los altos niveles de conexión digital de la región, explicado por la llegada de los cables submarinos de fibra óptica.

“A eso hay que sumar que hay una cantidad de startups que están exportando sus soluciones y si a eso le agregamos oportunidades de centros de cómputo en temas de inteligencia artificial, también se verá como una gran oportunidad”, afirmó.

Por último, el tercer polo es la gran masa crítica de ingenieros, específicamente eléctricos y electrónicos donde, según Escobar, “20 de los más influyentes del país están en Valparaíso”.

En medio de este trabajo, el grupo ya tiene una meta clara: “Nuestro sueño es que la región de Valparaíso sea un lugar idóneo para que más emprendimientos no solo nazcan, que es lo que pasa hoy en día, sino que se desarrollen y escalen desde acá”.