El socorro propuesto por la Administración Bush
para las dos mayores empresas hipotecarias de Estados Unidos costará unos US$ 25.000
millones a los contribuyentes, indicó hoy la Oficina de Presupuesto del
Congreso.
La agencia no partidista y que proporciona análisis
económicos y presupuestarios para los miembros del Congreso divulgó su cálculo
poco después que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, afirmara que el país
"está bien encaminado" hacia la solución de los trastornos en los
mercados financieros.
Paulson dijo, en Nueva York, que confía en que el Congreso
aprobará esta misma semana la propuesta de la Casa Blanca que
incluye diversos mecanismos para garantizar la estabilidad de Fannie Mae y
Freddie Mac, las dos mayores firmas hipotecarias del país.
Fannie Mae y Freddie Mac -dos empresas creadas por el
Gobierno para resolver los problemas de vivienda durante la Gran Depresión de
los años 1930- operan como entidades autónomas del Gobierno, pero con su
respaldo en garantías.
Actualmente las dos firmas poseen casi la mitad de los 12
billones de dólares en préstamos para la vivienda pendientes en EE.UU.
Paulson dijo que Fannie Mae y Freddie Mac han emitido 5
billones de dólares en títulos respaldados por deuda e hipoteca, y más de 3
billones de dólares de esos fondos están en manos de instituciones financieras
de EE.UU., mientras que el resto lo tienen instituciones extranjeras.
Hoy en la Bolsa de Valores de Nueva York las acciones de
Fannie Mae cayeron un 11 por ciento y las de Freddie Mac perdieron un 14 por
ciento de su valor.
Paulson pidió al Congreso que otorgue al Departamento del
Tesoro una autorización por 18 meses para la compra de títulos de Fannie Mae y
Freddie Mac, y una expansión de sus líneas de crédito con el Gobierno en medio
de la preocupación de los inversionistas porque las empresas no tengan
suficiente capital.
Estos temores de los especuladores han depreciado las acciones
de las dos firmas a su nivel más bajo en 17 años.
El costo del plan dependerá de los términos de los créditos,
y de si las compañías deberán aportar colaterales, pagar tarifas o comprometer
una porción de su ganancia para el Tesoro, dijo Marvin Phaup, quien fue
economista de la oficina del Congreso durante casi dos décadas y ahora es un
académico y e investigador en la Universidad George
Washington.
"Esto es algo muy difícil y, por supuesto, será enorme
la presión política para que el cálculo del costo sea cero", señaló Phaup.
"Es claro que podría argumentarse que el costo será cero, pero también hay
probabilidades de que todo el programa sea muy, muy costoso para los
contribuyentes".
El Tesoro y la Casa Blanca se han abstenido de divulgar sus
cálculos del costo de este salvamento financiero. Paulson sostiene que el plan
restablecerá la confianza de los inversionistas en Fannie Mae y Freddie Mac y
los beneficios de ello minimizarán el costo para los contribuyentes.