El fiscal general de Nueva York,
Andrew Cuomo, amenazó hoy con demandar a Merrill Lynch si no accede
a un acuerdo extrajudicial y fija un calendario para la recompra de
bonos con intereses subastables (ARS, por su sigla en inglés),
vendidos por el banco de inversión.
"Hoy es el último día. Si no llegamos a un acuerdo extrajudicial
mañana estaremos en los tribunales", dijo Cuomo en una entrevista
con la cadena de televisión financiera estadounidense CNBC.
El fiscal general llegó a acuerdos extrajudiciales con cinco
bancos -Citigroup, Morgan Stanley, UBS, JPMorgan Chase y Wachovia-,
que se comprometieron a recomprar a 145.000 clientes y por unos
US$35.000 millones ésos instrumentos financieros conocidos
como ARS (Auction Rate Securities), según datos de la Fiscalía.
"No me gusta ir a los tribunales. Lo que quiero es resolver un
problema, hacerlo rápidamente y devolver el dinero a la gente y la
confianza en el mercado", añadió Cuomo, quien consideró el caso de
las ARS como "la peor pesadilla para los inversores".
Merrill Lynch anunció a principios de mes una recompra voluntaria
de ARS por valor de US$12.000 millones en manos de sus
inversores minoristas, pero no estableció ningún calendario para
hacerlo.
Cuomo quiere obligar a Merrill Lynch a establecer un calendario y
que pague una multa, tal y como han hecho otras entidades bancarias.
JPMorgan Chase pagará una multa de US$25 millones, Morgan
Stanley de US$35 millones, el banco suizo UBS de US$150 millones, Wachovia de US$50 millones y Citigroup de US$100 millones.
La amenaza de Cuomo a Merrill Lynch se produce en el mismo día en
el que este banco de inversión llegó a un acuerdo extrajudicial con
las autoridades reguladoras del estado de Massachussets.
Según los términos de ese acuerdo, a partir del 15 de octubre,
Merrill Lynch recomprará ARS a sus clientes minoristas, incluidas
las organizaciones sin ánimo de lucro y pequeñas empresas, que
tengan menos de US$3 millones en depósitos.
Además, a partir del 15 de enero de 2009, Merrill Lynch
recomprará acciones a sus clientes minoristas con depósitos de cien
millones de dólares o menos, según precisa un comunicado de las
autoridades reguladoras de ese estado.
Las fiscalías de varios estados y las autoridades reguladoras
estadounidenses están investigando a los bancos por vender ARS como
una inversión "segura" y con un equivalente concreto en efectivo,
cuando en realidad afrontaban un creciente riesgo.
La crisis del sector financiero, que estalló en Estados Unidos
hace un año, contribuyó a que el mercado de ARS, valorado en US$330.000
millones, colapsara en febrero pasado.
A raíz de ese colapso quedaron en manos de miles de inversores
bonos de deuda que no podían venderse ni hacerse efectivos por falta
de liquidez.