Una montaña rusa ha sido la bolsa chilena en las últimas cuatro semanas.
Es que el ánimo que se vivía en el parqué capitalino a inicios de septiembre dista mucho de lo que se respiraba ayer en la plaza.
El 3 de septiembre, el IPSA alcanzaba su máximo anual al cerrar en 4.094 puntos, con lo que su rentabilidad alcanzaba el 10,69%. Desde entonces, el selectivo ha perdido más de la mitad de dicha ganancia, cerrando ayer en 3.882,16 puntos (-1,6%), con lo que su retorno en el año bajó a “apenas” 4,95%. Es decir, en menos de un mes, la bolsa borró la mitad de sus ganancias.
¿Qué pasó en el período? Bastante. Por un lado, los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente y en Asia han mantenido alejados a los inversionistas de la renta variable, particularmente en sectores más riesgosos como el mundo emergente.A esto se le agregan los ruidos por el nivel de la desaceleración en China, con cifras manufactureras que coquetean con la contracción.
Como si fuera poco, hay que agregarle el inminente inicio del alza de las tasas de interés de parte de la Reserva Federal norteamericana (Fed) ante la rápida recuperación de EEUU.
Para el gerente de Estudios de ForexChile, Sergio Tricio, la suma de estos factores ha generado un ánimo bajista en el mercado, a lo que se le agrega el “arrastre” que ha generado la situación político-electoral en brasil.
“Los inversionistas no discriminan mucho entre mercados emergentes. Por lo tanto, lo que está sucediendo en Brasil, donde la bolsa se desploma en vista de una eventual victoria de Dilma Rousseff, le pega a la bolsa chilena”, dice el ejecutivo.
Factores locales
Para el gerente de Estudios de Banchile Inversiones, Fernán González, a este escenario externo menos favorable a los mercados emergentes hay que agregarle los ruidos propios del mercado local.
“En el último tiempo, no hemos visto muchas acciones concretas del gobierno para cambiar las expectativas. La economía se desaceleró mucho en septiembre y eso también está afectando al mercado local”, dice.
Presupuesto no impulsaría la bolsa
Según un informe de BCI Estudios, el sesgo expansivo de la política fiscal -con un Presupuesto que crecerá casi 10% en 2015- no debiera generar impactos considerables en la bolsa local.
El documento dice que el rendimiento del IPSA estará más pendiente de otros factores, como la evolución de la confianza empresarial, particularmente del IMCE.
“Si bien el Presupuesto planteado para el próximo año es sumamente expansivo, teniendo como objetivo apuntar el crecimiento 2015, no estimamos un efecto significativo en términos agregados para la bolsa local”, afirma.
El informe descarta un efecto “puntual” en la bolsa doméstica, pero valora la “señal” que estaría dando el gobierno de reimpulsar el crecimiento y la generación de empleo.