Líderes de Wall Street advierten que alzas de impuestos en Nueva York hará que sus trabajadores se vayan de la ciudad
La misiva fue firmada por 250 empresarios, entre ellos, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon; la CEO de Citigroup, Jane Fraser; el CEO de Morgan Stanley, James Gorman; el CEO de BlackRock, Larry Fink.
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Los ánimos en Wall Street no son los mejores. Los congresistas locales de Nueva York están promoviendo una alza de los impuestos corporativos mediante un recargo a las ganancias de capital y aumentar el impuesto sobre la renta para poder paliar los costos económicos de la crisis sanitaria que ha dejado más de 1,7 millones de personas contagiadas y casi 49 mil muertes en el estado.
Los principales ejecutivos de Wall Street como el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon; la CEO de Citigroup, Jane Fraser; el CEO de Morgan Stanley, James Gorman; el CEO de BlackRock, Larry Fink; entre otros empresarios, enviaron una carta al gobernador Andrew Cuomo y a los legisladores demócratas ante los intentos por subir los impuestos afirmando que "pondría en peligro la recuperación de Nueva York de la crisis económica infligida por Covid-19".
De acuerdo a datos recogidos por The Wall Street Journal, el 5% de los contribuyentes con mayores ingresos en el estado representa más del 60% de los aproximadamente US$ 50 mil millones que Nueva York recauda cada año en impuestos estatales sobre la renta.
Los ejecutivos de Wall Street indicaron que muchos de sus trabajadores han ubicado a sus familias en otros estados del país norteamericano que tienen una carga impositiva menor que la de Nueva York por lo que "los aumentos de impuestos propuestos harán que sea más difícil lograr que regresen".
Aseguraron que "no se trata de empresas que amenazan con abandonar el estado" sino de valorar la labor que realizan sus empleados y la colaboración que hacen con el estado.
El objetivo de los legisladores estatales de Nueva York es recaudar US$ 6.500 millones a través aumentar de las franquicias corporativas y las tasas de impuestos sobre la renta y promulgar un nuevo recargo sobre los ingresos derivados de las ganancias de capital.
Semanas atrás quien también alertó los efectos negativos de esta iniciativa fue la presidenta de la Bolsa de Nueva York, Stacey Cunningham. La dirigente advirtió que si se concretan estos nuevos impuestos la industria financiera asentada en Manhattan "necesita encontrar un nuevo hogar".
Según la ejecutiva, "la lección de la historia es clara: si intenta obtener más ingresos de las empresas financieras, el negocio se irá a otra parte".
Enfatizó que "los impuestos a las transacciones financieras obligan a la actividad comercial a migrar a mercados más eficientes".
Recalcó que "la industria de valores debe permanecer en la Gran Manzana a la que pertenece. Pero para que Nueva York siga siendo la capital financiera del mundo, debe evitar la locura de este impuesto y demostrar que realmente comprende cómo funcionan las fuerzas del mercado".
La industria financiera en Nueva York tiene un gran peso en la metrópolis. El mercado de valores genera aproximadamente el 18% de la recaudación de impuestos estatales. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, el sector financiero es responsable del 60% de todos los salarios del sector privado en la ciudad.