Guernsey, la isla que atrae a los gestores de fondos por sus beneficios tributarios

En el canal de la Mancha, al oeste de Normandía, se ubica la isla de Guernsey, una dependencia de la corona británica, pero que no pertenece al Reino Unido.

Este lugar es famoso por sus beneficios tributarios. Integrante del archipiélago de las islas del canal no aplica ningún tipo de impuesto a las ganancias de capital, a la herencia o al valor agregado. Las empresas, los fideicomisos y los fondos de inversión no pagan ningún tributo de timbre o documento, o impuesto de transferencia.

Estas condiciones son válidas para sociedades constituidas o manejadas y controladas en la isla. Las sociedades que son residentes fiscales en Guernsey y en otro lugar al mismo tiempo, deben cumplir con ciertos requisitos para obtener los beneficios.

Su atractivo tributario -que data de hace unos 50 años- la convirtió en hogar de unos 1.300 fondos de inversión. A fines de 2020, el patrimonio administrado en la isla llegó a US$ 450 mil millones.

Inversionistas chilenos

Durante los últimos años Guernsey se ha ido haciendo más conocida entre los inversionistas chilenos. De hecho, hay gestoras internacionales de fondos que ofrecen sus productos en el país y tienen vehículos domiciliados en la isla. Aberdeen, Apax, KKR, Apollo y Pantheon son especialistas en capital privado. Mientras que Axa y Partners Group ofrecen fondos inmobiliarios y Ashmore y Neuberger, de deuda privada.

Los inversionistas locales pueden acceder a ellos con las AGF chilenas que los distribuyen. También pueden invertir en un fondo que sea feeder o subordinado del fondo master en el extranjero.

Eso sí, un inversionista con domicilio o residencia en Chile debe declarar su inversión en el extranjero al SII y está obligado a pagar en Chile los impuestos por las utilidades que generen sus fondos en Guernsey.

“Como en nuestro país tenemos un sistema que soluciona la doble tributación internacional, no hay una particular ventaja en invertir en una jurisdicción de baja tributación”, explica el socio tributarista de Alessandri Abogados, Franco Gorziglia.