El presidente del Banco Central Europeo
(BCE), Jean-Claude Trichet, alertó hoy de que en las últimas semanas
han aparecido "los primeros signos" de una caída de los flujos de
crédito, un fenómeno que si continúa cuestionaría el sistema
financiero en su conjunto.
"Si ese comportamiento se extiende por el sistema bancario, eso
afectaría la razón de ser del sistema como conjunto", indicó Trichet
en la apertura de una conferencia del Comité de Reguladores
Bursátiles Europeos (CESR) en París.
Precisó que "una parte importante" de ese retroceso del crédito
se explica por una disminución de la demanda, ya que las empresas
han pospuesto inversiones ante el deterioro de las perspectivas
económicas.
Pero añadió que "hay indicaciones de que la caída de los flujos
reflejan también factores por el lado de la oferta y el tensado de
las condiciones de financiación asociadas con un fenómeno de
desapalancamiento".
El presidente del BCE quiso quitar dramatismo al indicar que hay
también "algunos elementos más positivos", entre ellos el mercado de
bonos de empresas, donde los volúmenes han seguido siendo
"significativos".
Trichet dedicó la mayor parte de su intervención a la necesidad
de cambios en el dispositivo de supervisión de los mercados a la
vista de las enseñanzas de la crisis financiera, que reconoció que
se ha trasladado a la economía real, lo cual a su vez alimenta la
propia crisis financiera.
"No hay duda de que la situación en el sector financiero y en la
economía real sigue siendo muy difícil", subrayó antes de recordar
las medidas tomadas por el propio BCE y por los gobiernos europeos
para controlar la situación.
A su juicio, "tenemos que aprender las lecciones de esta crisis",
y eso pasa por "un reforzamiento del propio sistema y construir sus
propias defensas centrado en tres objetivos: sostenibilidad a largo
plazo, una resistencia mejorada y una perspectiva holística".
Criticó que en el pasado se hubiera primado en exceso la
rentabilidad a corto plazo, con la consecuencia de una incorrecta
apreciación de los riesgos: "La estructura de incentivo debe incitar
la rentabilidad a medio y largo plazo".
El segundo objetivo es mejorar la resistencia a los "shock", con
reservas de protección para el caso de inflexiones.
Trichet puso el acento en que "la crisis actual es una fuerte y
clara llamada para ampliar la regulación y supervisar
sistemáticamente todas las instituciones importantes, en especial
los fondos especulativos y las agencias de calificación, así como
todos los mercados sistémicamente importantes, en particular el
mercado de derivados".
A ese respecto, estimó que el marco de regulación armonizado
propuesto en Europa para los fondos especulativos y las agencias de
calificación "va en la dirección correcta".
Trichet pidió un reforzamiento de la supervisión
"macro-prudencial", algo que depende del acceso a los datos (de una
mayor transparencia) y de su traducción en medidas concretas. EFE