Economía

En medio de guerra comercial, producción industrial de China crece a su ritmo más lento desde 2002

El desarrollo del conflicto arancelario que mantiene la potencia con Estados Unidos fue uno de los principales motivos de la ralentización. Analistas ya pronostican una nueva desaceleración de la actividad económica para el próximo año.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Martes 17 de septiembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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La oficina de estadísticas también culpó a las condiciones climáticas extremas por el bajo desempeño. Foto: Reuters
La oficina de estadísticas también culpó a las condiciones climáticas extremas por el bajo desempeño. Foto: Reuters

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La guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue dando coletazos a las economías a nivel global, y el último golpeó directamente a la demanda doméstica de la potencia asiática.

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La producción industrial del país se expandió sólo un 4,4% interanual en agosto, reveló ayer la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), cifra que ubicó a la tasa de crecimiento en 0,4 punto porcentual más baja que la registrada en julio, lo que la posiciona como el crecimiento más lento del índice desde febrero de 2002.

Además, las proyecciones de los analistas quedaron en jaque, ya que estimaban un resultado entre 5,2% y 5,5% para agosto.

En el acumulado de los ocho primeros meses del año, en tanto, el indicador creció un 5,6 % interanual, es decir, dos décimas menos que las anotadas en el período enero-junio.

El comportamiento industrial durante el octavo mes respondería -además de las consecuencias de la batalla arancelaria- al “ajuste estructural en curso y al reducido número de jornadas en comparación al mismo mes del año pasado”, explicó el vocero de la ONE, Fu Linghui, según el medio local Xinhua.

Fu, a su vez, destacó la influencia de las condiciones climáticas extremas que golpearon a la producción industrial, apuntando principalmente al supertifón Lekima que aterrizó en el este de China a principios de ese mes.

Las ventas minoristas de bienes de consumo también se desaceleraron, a 7,5%, una décima menos frente al crecimiento del mismo mes de 2018.

Tras los resultados, el pronóstico de Capital Economics para la potencia no fue optimista.

La consultora aseguró en una nota a clientes que un repunte fuerte se ve más bien lejano e “improbable” en el corto plazo, por lo que “anticipamos que los responsables de la formulación de políticas relajarán aún más las condiciones monetarias en los próximos meses”.

“La moderación continua en el crecimiento de la actividad el mes pasado sugiere que la moderación cíclica que hemos estado anticipando se está materializando”, aseguró la firma.

Bajas expectativas

El presidente de EEUU, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron retomar las conversaciones comerciales para la primera semana de octubre en Washington, comenzando con una previa a mediados de este mes.

Ese anuncio dio un respiro a la tensión global en torno al conflicto, sin embargo, una golondrina no hace verano.

Tom Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU, se reunió ayer con el jefe del equipo negociador de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, y a la salida expresó que sus expectativas sobre la concreción de un acuerdo transitorio son más bien bajas.

“No creo que haya un acuerdo de ningún tipo hasta que sea una cuestión de fondo”, dijo Donohue a periodistas, en declaraciones recogidas por Financial Times.

“No creo que vuelvan a casa y digan ‘bueno, tenemos un acuerdo parcial’. Pueden volver y decir ‘estamos muy contentos de que hayan hecho esto, y que nosotros hayamos hecho esto, y al parecer, todos buscan moverse en la dirección correcta’”, afirmó.

Capital Economics mantuvo el tono poco optimista de Donohue, ya que aseguró que el escenario se nublará aún más para el próximo año, en caso de que el conflicto siga escalando: “Es poco probable que un yuan más débil compense plenamente los crecientes vientos en contra de los aranceles estadounidenses y el congelamiento de la demanda mundial, y esperamos una nueva desaceleración de la actividad económica en el próximo año como resultado”.

Las malas cifras dadas a conocer ayer son una consecuencia más en la escalada de la batalla de gravamenes entre Washington y Beijing. Sin embargo, ambas administraciones han sacado de a poco el pie del acelerador.

La semana pasada, tanto Trump como Xi hicieron un alto al fuego, al menos por ahora. La Casa Blanca anunció que retrasaría del 1 al 15 de octubre la subida de 25% a 30% a importaciones chinas por US$ 250 mil millones, por el aniversario 70 de la fundación de la República Popular.

China, en tanto, informó que una serie de productos estadounidenses quedarían exentos del 25% de arancel adicional, para aliviar el impacto de la guerra comercial, pero sin levantar los cargos sobre los principales productos agrícolas como la soya y la carne de cerdo.

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