Congreso de EEUU pone en duda firma de “fase uno” del acuerdo comercial con China
El Capitolio aprobó un proyecto de ley destinado a apoyar a los manifestantes en Hong Kong y condenar la represión.
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La finalización de la “fase 1” de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China se complicó aún más ayer, luego de que el Congreso de EEUU aprobara un proyecto de ley destinado a apoyar a los manifestantes en Hong Kong y advertir a China contra una represión violenta de las manifestaciones, dejando en manos del presidente Donald Trump la decisión de firmarlo y enfrentarse así directamente a Beijing.
La iniciativa, aprobada de forma unánime en el Senado el martes, recibió ayer la luz verde de la Cámara de Representantes por 417 votos a 1, quedando lista para recibir la firma de Trump y convertirse en ley hoy mismo. La Casa Blanca no quiso hacer comentarios a Bloomberg sobre si el mandatario firmará o no la legislación.
“El Congreso está enviando un mensaje inequívoco al mundo de que EEUU solidariza con la población amante de la libertad de Hong Kong y que apoyamos totalmente su lucha por la libertad”, dijo la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi.
El acuerdo mostró además una unidad bipartidista inédita en las críticas hacia el manejo de China en la crisis de Hong Kong, lo que crea uno de los desafíos de política exterior más difíciles que deberá enfrentar la Casa Blanca.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha advertido en repetidas ocasiones que habría “fuertes contramedidas” si se aprueba dicha legislación. Eso podría complicar las delicadas negociaciones entre las dos economías más grandes del mundo para llevar el acuerdo comercial a la meta.
La medida del Senado requeriría revisiones anuales del estado especial de Hong Kong bajo la ley estadounidense para evaluar en qué medida China ha reducido la autonomía de la ciudad.
La posición de Hong Kong como centro financiero global ya ha sido sacudida por meses de protestas y respuestas policiales que se han vuelto cada vez más violentas. Los legisladores estadounidenses han expresado un fuerte apoyo a los manifestantes y advirtieron a China que no responda con violencia.
El vicepresidente, Mike Pence, dijo el martes que sería difícil para EEUU firmar un acuerdo comercial con China si las manifestaciones en Hong Kong son manejadas con violencia.
“El presidente dejó en claro que será muy difícil para nosotros hacer un trato con China si hay violencia o si ese asunto no se trata de manera adecuada y humana”, dijo en una entrevista con el locutor de radio de Indianápolis, Tony Katz.
¿Próximo año?
Más temprano, la agencia Reuters había reportado que la finalización de la “fase uno” del acuerdo comercial podría quedar para el próximo año, porque Beijing está presionando por una reversión más extensa de aranceles y el gobierno de Donald Trump responde con sus propias exigencias.
Trump y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijeron en una conferencia de prensa el 11 de octubre que un acuerdo comercial interino podría demorar hasta cinco semanas. Ya cumplido el plazo, aún es difícil lograr un tratado y las negociaciones podrían complicarse más, dijeron a Reuters expertos en comercio y personas informadas sobre las conversaciones entre ambos países.
Trump y el representante comercial, Robert Lighthizer, reconocieron que revertir los aranceles para lograr un acuerdo que no aborde temas esenciales como la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología no será considerado como un buen pacto para EEUU, afirmó una fuente con conocimiento del tema.
Funcionarios de Beijing habían sugerido antes que el presidente Xi Jinping y Trump podrían firmar un pacto a inicios de diciembre. Algunos expertos dicen que la próxima fecha a tener en cuenta podría ser el 15 del próximo mes, cuando entrarían en vigencia aranceles a bienes importados chinos por un valor de US$ 156 mil millones.
División en la Fed refuerza pausa en recortes de tasas
Una Reserva Federal cada vez más dividida sobre cuáles son los factores que pueden hacer cambiar de opinión de los formuladores de políticas fue la que se mostró ayer en la publicación de las minutas de la reunión de octubre, en la que se decidió poner pausa al ciclo de recorte de tasas que ya suman tres rebajas en lo que va del año.
"La mayoría de los participantes juzgó que la postura de la política (...) está bien calibrada para respaldar las perspectivas de crecimiento moderado, un mercado laboral fuerte e inflación cerca de la meta del 2%", dijo la Fed.
Tras el encuentro, el presidente del banco central, Jerome Powell, señaló que el banco se encontraba efectivamente en una pausa y que eso sólo cambiaría si hubiera "un cambio sustancial" en el panorama económico de EEUU.
Esa frase, ausente en estas minutas, indicó que el recorte del mes pasado a un rango objetivo de entre 1,50% y 1,75%, sería el último movimiento en el corto plazo.
El informe también mostró que hubo nuevas discusiones sobre la posibilidad de establecer un mecanismo de repo permanente, tras la reciente problemática de los mercados monetarios a corto plazo.