El presidente estadounidense, Barack Obama, brindó un emotivo discurso ayer en defensa del plan de su gobierno de aumentar los controles sobre los compradores de armas de fuego a través de Internet y en armerías, y señaló que las excepciones actuales no tienen sentido.
En la Casa Blanca, el mandatario pidió a sus compatriotas que voten por el candidato que más haga para impedir la violencia con armas de fuego en las elecciones de este año, y destacó que la nueva normativa “no es un complot para sacarle las armas a todos”.
“Creo que podemos hallar formas de reducir la violencia armada de manera consistente con la Segunda Enmienda”, dijo Obama, quien estuvo acompañado de familiares de personas que murieron en tiroteos, en referencia al derecho constitucional a la tenencia de armas en Estados Unidos.
Obama ha dicho en reiteradas ocasiones que el momento más difícil de su presidencia fue lidiar con la matanza de 20 niños y seis adultos en una escuela en Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012.
“Cada vez que pienso en esos niños enloquezco”, dijo Obama con lágrimas en los ojos. “Eso me cambió, ese día”, agregó tras ser presentado por Mark Barden, cuyo hijo de 7 años murió en el hecho.