El escenario político para la presidenta Dilma Rousseff se complica aún más en Brasil. Dos de los involucrados en el caso de corrupción de Petrobras la vincularon con la operación, y el arresto del senador Delcídio Amaral, jefe de la bancada oficialista en el Senado, obligó a suspender la votación de la nueva meta fiscal en el Congreso, lo que podría dejarla vulnerable a una impugnación basada en las cuentas gubernamentales de 2015. Además, Fitch advirtió ayer que Brasil está vulnerable a perder su grado de inversión, sumándose a Standard & Poor's, que ya tiene a la deuda del país en categoría basura.
Amaral se convirtió el miércoles en el primer senador arrestado en ejercicio, acusado de obstruir a la Justicia, intentando pagar al ex director internacional de Petrobras, Nestor Cerveró, para que no llegara a un acuerdo de delación compensada con la Fiscalía y para que no lo implicara a él y al CEO de BTG Pactual, André Esteves, en la investigación por el caso Lava-Jato, el esquema de corrupción que giraba en torno a la petrolera estatal Petrobras.
Pero Amaral es además una figura clave para el gobierno. Según el cientista político y profesor de la Fundación de Escuela de Sociología y Política de Sao Paulo, Aldo Fornazieri, su arresto abre un vacío de liderazgo para el Palacio de Planalto en el Senado, ya que el senador tiene buena relación con los parlamentarios de gobierno y oposición, y es uno de los principales articuladores políticos del gobierno de Rousseff en favor del paquete de ajuste fiscal.
"El impacto negativo es obvio y se produce precisamente en el momento en que la crisis política se había enfriado y el gobierno federal obtuvo un cierto aliento, incluso con importantes victorias en votaciones en el Congreso, como la mantención de los vetos al reajuste de los funcionarios del Poder Judicial", dijo Fornazieri al periódico Valor Económico.
El gobierno suspendió una sesión conjunta del Congreso que votaría el proyecto para cambiar la meta fiscal de este año. Esa propuesta debe ser votada antes del receso, para que la presidenta no incurra en un crimen de responsabilidad, que podría dejar a Rousseff vulnerable a una impugnación basada en las cuentas fiscales de 2015, publicó ayer Folha do Sao Paulo. Si se paraliza la agenda de ajustes el país podría enfrentar tres años de déficit fiscal, agravando la peor recesión desde los años '30.
Molestia de Rousseff
En una reunión cerrada con los ministros del núcleo político, Rousseff reconoció que la situación de Amaral es "indefendible" y que el senador actuó de forma individual y no en nombre del gobierno, publicó Valor.
Amaral se reunió con el hijo de Cerveró y con su abogado defensor, Edson Ribeiro, para ofrecer el pago de 50 mil reales (US$ 13 mil) mensuales por el silencio del ex ejecutivo, quien se encuentra detenido desde enero. El dinero sería entregado por Esteves.
El hijo de Cerveró grabó el encuentro y lo entregó a las autoridades, que decretaron el arresto de Amaral y Esteves.
En la reunión con su gabinete cercano, Rousseff se mostró especialmente molesta porque en el audio su nombre aparece citado en varios pasajes, vinculándola con la polémica compra de la refinería de Pasadena por parte de Petrobras. "Dilma sabía todo de Pasadena. Ella me cobraba directamente", dice Amaral en la grabación.
Amaral, que antes de asumir como senador ocupó un alto puesto en Petrobras, operaba como el vínculo entre la petrolera estatal y la actual mandataria. En la cinta también se menciona el nombre del actual vicepresidente Michel Temer.
No es el primero en vincularla al caso. Cerveró también habría dicho que Rousseff sabía todo sobre Pasadena, un acuerdo que se realizó en 2006, cuando ella era ministra de la Casa Civil del gobierno de Lula, y presidía el consejo de administración de Petrobras.
Advertencia de Fitch
En este escenario, la agencia Fitch advirtió ayer que Brasil está en riesgo de caer a categoría "especulativa" el próximo año. Entre los países emergentes, "Brasil se ve como el más vulnerable (a perder su grado de inversión)", dijo James McCormack, director global de calificaciones soberanas de Fitch Ratings, citando la falta de consolidación fiscal del país como la causa principal para preocuparse.
En septiembre Standard & Poor's bajó la calificación del país a "nivel basura". Si Fitch se suma, eso arrasaría con más de US$ 20 mil millones de valor de los bonos brasileños, según cálculos de JP Morgan.
BTG habría iniciado contactos para la venta del banco, señalan medios en Brasil
Esteves ayer negó que hubiera participado
en un esquema para obstruir la
investigación del caso Petrobras.
El mismo día en que la policía federal brasileña arrestó al CEO y dueño de BTG Pactual, André Esteves, los socios del banco de inversión habrían contactado a ejecutivos de Bradesco y UBS para analizar una posible venta, escribió el columnista de la revista Veja, Gustavo Samor, sin detallar de dónde obtuvo la información.
La relación con ambos bancos es cercana. Esteves -quien fue detenido el miércoles por acceder a información clasificada en el caso de corrupción de Petrobras, lo que se conoce como Operación Lava-Jato, y por intentar obstruir la investigación- vendió el antiguo Banco Pactual a UBS en mayo de 2006 y recompró el negocio en 2009. Antes de vender Pactual, Esteves negoció con Bradesco.
Tras la detención, tanto Moody's como Fitch advirtieron que podrían bajarle la nota a BTG Pactual. Moody's argumentó que la detención del CEO "podría tener impacto en la relación del banco con sus clientes y contrapartes", por lo que podría bajarle la nota en uno o más escalones.
Fitch, en tanto, aseguró que su decisión refleja los riesgos asociados a los posibles impactos financieros de este evento en los negocios del banco y sus subsidiarias.
"El banco ya nombró a Persio Arida como CEO interino, pero Fitch reconoce la importancia de Esteves como un CEO activo y carismático que supervisa las operaciones de expansión del banco", dijo en un comunicado.
Aunque los analistas reconocen que el banco tiene una sólida posición de liquidez, subrayan que BTG depende del endeudamiento para financiar casi 93% de su hoja de balance. Por otra parte, al menos un tercio de las obligaciones financieras de la entidad son de corto plazo.
Los bonos de BTG se hundieron 20% tras el arresto de Esteves y la acción llegó a caer el miércoles hasta 39%, aunque cerró la jornada con un retroceso de 21%. Ayer, los títulos continuaron su declive, con un retroceso más acotado de cerca de 3%.