Arabia Saudita, Rusia, Qatar y Venezuela acordaron ayer congelar su producción de petróleo al nivel de enero en un intento por estabilizar los precios. En conjunto, estas cuatro potencias representan alrededor del 30% de la producción mundial. La maniobra es fruto de más de un año de conversaciones secretas entre los diplomáticos del sector para forjar un acuerdo entre los miembros de la OPEP y los productores al margen del cartel con la intención de impulsar los precios reduciendo la producción, algo a lo que Arabia Saudita lleva más de un año oponiéndose.
Este acuerdo preliminar, que por el momento no incluye a Irán, es la primera colaboración significativa en quince años entre los productores OPEP y un no miembro (Rusia) y abre la puerta a la adopción de más medidas, según anticiparon las autoridades sauditas. Los encargados de comunicar la noticia fueron los ministros de Petróleo de los cuatro países que se reunieron ayer en Doha.
Sin embargo, el petróleo Brent, que había logrado avanzar hasta 6% en Londres movido por la especulación de las negociaciones, se desinfló durante la jornada a medida que los inversionistas analizaron el acuerdo y algunos expertos restaron valor al efecto real que puede producir sobre un mercado saturado. El referencial europeo cerró con una pérdida de 4,6%, llegando a US$ 30,65 por barril. En Estados Unidos, el barril de West Texas cerró en US$ 29,10, un 0,9% menos que el lunes.
Las bolsas en Europa también se resintieron ante la noticia marcando un leve retroceso que puso fin a las dos jornadas consecutivas de repunte. La bolsa alemana cayó 0,78%, seguida de la española (0,51%) y la italiana (0,49%), mientras que Londres logró mantenerse en terreno positivo, con un avance de 0,65%, pese al retroceso del crudo.
Pero según el ministro del Petróleo saudita, Ali al-Naimi, el pacto es sólo “el inicio de un proceso” que requerirá “otros pasos para estabilizar y mejorar el mercado”.
Ronda de negociaciones
El éxito del acuerdo dependerá sobre todo de la adhesión de otros países productores, algo que puede generar fricción especialmente con Irán. La república islámica pretende aumentar su producción para recuperar la cuota de mercado perdida durante los años en que han estado vigentes las sanciones económicas internacionales ligadas a su programa nuclear. El ministro de Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, afirmó que no cederá su participación en el mercado global de crudo, según la agencia de noticias Shana.
“Lo que es importantes es que primero, el mercado está enfrentando un superávit, y segundo, que Irán no cederá su cuota”, dijo Zanganeh.
Para la autoridad saudita Ali Al-Naimi, congelar la producción en los niveles de enero, nivel cercano a máximos récord es una decisión adecuada y que espera que otros productores adopten el plan. “No queremos giros significativos en los precios, no queremos una reducción del suministro, queremos satisfacer la demanda, queremos un precio estable del petróleo. Tenemos dar un paso a la vez”, afirmó.
Arabia Saudita se ha resistido a realizar cualquier recorte en su producción, ya que perdería cuota de mercado, a menos que sus rivales también accedieran a recortar la producción.
Qatar monitoreará el cumplimiento del acuerdo, dijo el ministro de Energía Mohammad bin Saleh al-Sada. Los bajos precios del crudo no han tenido un impacto positivo en el mundo, agregó y manifestó su deseo de que los demás grandes productores, miembros OPEP o no, se sumen al pacto, para lo que iniciará “inmediatamente” una ronda de contactos y negociaciones con países como Irán e Irak.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, asistirá también a estas reuniones para tratar de que las potencias petroleras de Medio Oriente congelen el bombeo de crudo. La autoridad subrayó la importancia para su país de que se estabilice el mercado y de que se pague “un precio justo” por el petróleo para poder mantener el nivel de inversión necesaria para sostener la producción.
Las cuatro potencias reconocen que esta fase de negociaciones puede tomar meses y el éxito no está asegurado. Por el momento, otros productores OPEP ya se han manifestado en ambos sentidos. Mientras que Kuwait está dispuesto a congelar la producción en tres millones de barriles de crudo diarios, el vice ministro de Energía de Azerbaiyán indicó que su país “no es un gran productor de petróleo”, por lo que “cortar o congelar la producción no cambiará nada”.
Poco impacto
Al igual que el mercado, los analistas recibieron con tibieza la noticia. Los primeros análisis subrayaron que para que el acuerdo tenga algún impacto, Arabia Saudita debe cortar la producción, “no sólo compensar el incremento de la oferta que añade el regreso de Irán” al mercado, señaló Capital Economics en una nota.
“El anuncio lo realizan países cuya producción casi no ha crecido recientemente”, dijo Eugen Weinberg, jefe de investigación de commodities en Commerzbank. “Si Irán e Irak no son parte del acuerdo no valdrá mucho e, incluso entonces, es una cuestión de cumplimiento”.
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