Economía

OCDE advierte que la desaceleración de la economía global requiere medidas urgentes

Organismo insta a los líderes mundiales a desplegar instrumentos para estimular el crecimiento.

Por: Ainhoa Murga | Publicado: Viernes 19 de febrero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Después de registrar en 2015 el ritmo de crecimiento más lento en cinco años, la economía mundial no repuntará. Así lo considera la Organización para la Cooperación y el Crecimiento Económicos (OCDE), que ayer advirtió que lograr un sólido crecimiento de la economía global sigue siendo complicado y, este año, sólo las economías avanzadas tendrán una recuperación modesta.

“El comercio y la inversión siguen siendo débiles, y la lenta demanda está provocando un nivel bajo de inflación y un inadecuado ritmo de crecimiento de los salarios y el empleo”, explicó el organismo en la revisión intermedia del informe semestral de perspectivas económicas publicado ayer.

Estos factores, junto con la caída del precio de las materias primas e inestabilidad financiera han llevado a que recorte su proyección de crecimiento global para 2016 en tres décimas, a 3%, respecto al informe de noviembre, al igual que para 2017, a 3,3%.

“Las perspectivas de crecimiento global se han aplanado prácticamente, los datos recientes han decepcionado y los indicadores apuntan a un crecimiento más lento en las principales economías, pese al impulso de los bajos precios del crudo y las bajas tasas de interés”, explicó la economista jefe de la OCDE, Catherine L. Mann.

La experta subrayó que, dados los significativos riesgos a la baja generados por la volatilidad del sector financiero y la deuda de los mercados emergentes, se necesita una respuesta política colectiva más fuerte que estimule el crecimiento de forma urgente “enfocada en un mejor uso de las políticas fiscales y pro-crecimiento, para fortalecer la demanda y reducir los riesgos financieros”. “La política monetaria no puede actuar por sí sola”, destacó la OCDE.

Economías desarrolladas

Para la eurozona, la OCDE espera que el crecimiento del PIB repunte ligeramente, pero la inversión seguirá siendo débil y el desempleo se mantendrá elevado. La economía se expandiría 1,4% en 2016, cuatro décimas menos que su anterior proyección. “Mientras que algunas economías que tomaron medidas tras la crisis están creciendo a un ritmo relativamente rápido, el crecimiento de las principales economías del bloque sigue siendo lento”, indicó. En el caso de Alemania, la principal economía de la región, recortó medio punto su proyección para 2016, a 1,3%.

También restó medio punto a la proyección de Estados Unidos, hasta 2%, y estimó que dado el lento crecimiento de las exportaciones, un nivel de inversión mediocre y pocos signos de mejora en los salarios, “hay pocas señales de que otras fuentes de demanda refuercen el PIB a medida que la mejora del empleo se normaliza”. Según Mann, el movimiento de tasas de la Reserva Federal en diciembre “fue apropiado” y destacó la transparencia de las comunicaciones del banco central estadounidense.

Freno en los emergentes

Este año tampoco será bueno los emergentes, que seguirán desacelerándose. Mientras que para Brasil espera que la recesión se profundice, con una contracción de 4%, la OCDE no tocó su proyección para China, pero alertó del impacto que tiene sobre el comercio global y el precio de los commodities cómo gestione el gobierno la transición de un modelo industrial a uno apoyado en los servicios. Después de crecer a su menor tasa en 25 años en 2015 (6,9%), la OCDE prevé que la economía china siga desacelerándose este año (6,5%) y el siguiente (6,2%).

“La gestión de este proceso junto con los riesgos financieros ha mostrado ser un desafío. Esto podría agravarse por la volatilidad del mercado de valores y cambiario, así como por la incertidumbre sobre cómo reaccionarán las autoridades a los acontecimientos”, indicó la OCDE.

Menos optimista que el organismo internacional es el banco de inversión Moody’s, que estima que China crecerá 6,3% este año y que, junto con el petróleo, seguirá siendo un lastre para el repunte de la economía global.

 

BCE reitera que habrá nuevos estímulos en marzo

 

La modesta recuperación económica de la zona euro progresa, apoyada en la resiliente demanda doméstica, pero enfrenta la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas globales, mostraron ayer las minutas de la reunión de enero del Banco Central Europeo (BCE). Las nuevas amenazas para la expansión y la inflación, procedentes principalmente de los mercados emergentes, continúan empañando el panorama del bloque monetario. Ante esta situación, algunos miembros consideran que es necesario "actuar en forma preventiva" y no esperar a que los riesgos se materialicen. Si bien el BCE dejó los tipos sin cambios en enero, a la vista de que la inflación sigue siendo más baja de lo que se esperaba, el consejo de gobierno recomendó revisar y posiblemente recalibrar sus políticas en la reunión del 10 de marzo, una declaración que fue entendida por los mercados como una señal de que es muy probable un alivio monetario. El emisor europeo destacó que desde su anterior reunión, en diciembre, se han incrementado las turbulencias en los mercados financieros, lo que justificaría tomar más medidas de estímulo. El renovado desplome de los precios del petróleo es uno de los factores que mantiene la inflación bajo presión, por lo que el BCE anticipa que entrará en terreno negativo durante año, aunque su proyección es que cierre 2016 en 1%. La inflación más baja de lo previsto y la renovada caída del precio del crudo incrementan el riesgo de efectos de segunda vuelta, es decir, un traspaso a la baja sobre los salarios.

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