por belén lópez -palop
Tres líderes de la oposición de Venezuela dijeron el domingo que la coalición opositora habría ganado una mayoría legislativa en las elecciones para renovar la Asamblea Nacional, y habrían roto la hegemonía del chavismo en el parlamento.
A pesar de las afirmaciones del líder opositor Henrique Capriles, de Lilian Tintori, esposa del detenido dirigente Leopoldo López, y de otro líder que pidió el anonimato, al cierre de esta edición el Consejo Nacional Electoral (CNE) no había difundido datos oficiales. Sólo se sabe que más de 90% de la actas ya han sido recibidas en el CNE.
Los venezolanos se habrían decantado finalmente por un cambio de rumbo en unas elecciones que buscaron castigar a los gobernantes socialistas por la brutal crisis económica que vive el país, dando a la oposición una plataforma para desafiar al presidente Nicolás Maduro.
La escasez de productos crónica y la inflación más alta del mundo entregaron al “chavismo” su primera derrota en la Asamblea Nacional desde que el ya fallecido fundador del movimiento, Hugo Chávez, llegó al poder en 1999.
Pese a que las encuestas pronosticaban una clara victoria opositora, la brecha sin embargo se redujo en los últimos días de campaña.
La jornada, que había transcurrido en calma, se tensó cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) extendió por una hora -hasta las 19.00 hora local- el cierre de los centros de votación, cuando la ley venezolana prohíbe el cierre del proceso mientras haya ciudadanos a la espera de ejercer su derecho al sufragio. La coalición opositora denunció la medida como “violatoria” de la ley, señalando que buscaba “coaccionar” a chavistas que, desencantados con el gobierno, decidieron no ir a votar.
Mayoría simple
Ganar la mayoría de los 167 escaños no le da a la oposición el poder para reformar una economía que se prevé se contraerá 10% este año, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional. Pero rompe el aura de invencibilidad del Partido Socialista y podría envalentonar a la coalición opositora, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para buscar el retiro de Maduro en 2016.
También es otro golpe a la izquierda de América Latina después de que Argentina girara a la derecha en las elecciones presidenciales del mes pasado.
Los datos extraoficiales que manejaba la MUD antes del comunicado oficial adjudicaban una victoria con entre 90 y 100 diputados, una mayoría simple que permitiría a los legisladores aprobar una ley de amnistía para buscar la liberación de los políticos encarcelados como López, que fue arrestado por liderar protestas antigubernamentales el año pasado.
También podrían abrir investigaciones de las agencias estatales, interrogar al gabinete de ministros y presionar para la publicación de indicadores económicos como la inflación que se han mantenido en secreto.
El colapso del año pasado en los mercados del petróleo ha dejado al miembro de la OPEP luchando para pagar sus cuentas, mientras que los rígidos sistemas de control de divisas y de precios han generado la escasez de productos.
Filas en los supermercados que serpentean a través de varias cuadras son una imagen común. Mientras los revendedores ofrecen de todo en el mercado negro, desde dólares a los huevos para quienes puedan pagarlos.
La elección no tendrá un impacto inmediato en el mandato de Maduro, que expira a principios de 2019. Pero la oposición puede solicitar un referendo revocatorio el próximo año mediante la recopilación de alrededor de cuatro millones de firmas.
“Nuestro tiempo ha llegado”, dijo a Reuters Diana Rodríguez, una venezolana de 37 años, luego de votar en el este de Caracas vestida completamente de blanco en solidaridad con los presos políticos.