Irlanda celebra hoy sus primeras elecciones después de salir del rescate internacional de 2013 que evitó el colapso de su economía, en un proceso que puede tener serias repercusiones para el futuro de toda la región.
Tras recibir un millonario paquete de ayuda para contener el derrumbe del sistema financiero, la economía irlandesa es hoy una de las que más crece en Europa, con una expansión proyectada del PIB para este año de 4,5%, y grandes compañías multinacionales están abriendo oficinas en el país.
Sin embargo, tal como ha ocurrido en otras economías regionales que implementaron las recetas del FMI, existe un alto nivel de descontento entre los irlandeses con las medidas de austeridad del gobierno, y ocho años después de la debacle que arrasó al país, reclaman que aún no sienten los beneficios de la recuperación.
Aunque el partido Fine Gael del primer ministro Enda Kenny lidera las encuestas, los sondeos sugieren que no obtendrá suficiente apoyo para formar gobierno y los analistas advierten que el país podría caer en una parálisis política como la que ha golpeado a Portugal y que mantiene a España sin poder elegir a sus autoridades más de dos meses después de las elecciones.
Si Kenny no logra los escaños necesarios, es posible que los comicios tengan que repetirse, aumentando la incertidumbre precisamente en momentos en que el panorama comienza a complicarse para la pequeña economía, que es la más expuesta a una posible salida de Reino Unidos de la Unión Europea.
“Siempre es necesario un gobierno firme, pero ahora es aún más necesario con el tipo de peligros que enfrentamos. Sería muy fácil perder los avances que hemos logrado”, dijo Alan Dukes, un ex presidente del Fine Gael.
Reflejando estos temores, el diferencial de la deuda entre el bono de referencia de Irlanda y su par de Alemania se ha duplicado en las últimas semanas.
Antiguos enemigos
Pese a la recuperación de la economía, los duros planes de ajuste, con fuertes recortes de subsidios y alzas de impuestos, han erosionado el respaldo a los partidos tradicionales, fragmentando el escenario en una serie de colectividades más pequeñas. El apoyo a los tres grupos principales ha disminuido desde 80% en 2007 a cerca de 55% en la actualidad.
Según las últimas encuestas, la coalición gobernante conformada por Fine Gael y el Partido Laborista obtendría 35% de los votos, por debajo del 44% que necesita para un segundo mandato. Su principal rival, Fianna Fail, tiene aún menos arrastre, con 20%.
Si se confirman las proyecciones, la actual coalición obtendría 60 escaños, lejos de los 79 que necesita para conformar una mayoría. El primer ministro podría tratar de atraer a varios partidos más pequeños como los Verdes u otros grupos independientes, pero podría no ser suficiente. Entre las agrupaciones más pequeñas, las dos que son ideológicamente más cercanas a la actual coalición son Renua y el Partido Social Demócrata, pero aún así se quedaría corto de la mayoría parlamentaria.
La otra opción es convencer a Fianna Fail de conformar una alianza ampliada por primera vez en la historia, pero los desafíos son grandes. Los dos partidos tienen una larga historia de enemistad que se remonta a casi un siglo, con la fundación del estado irlandés moderno y la guerra civil de 1922.
Los líderes de ambos grupos han descartado hasta ahora esa posibilidad, y los estatutos de Fianna Fail establecen que un acuerdo como ese debe ser aprobado por la mayoría de sus miembros, una discusión que por sí sola podría precipitar un quiebre dentro del propio partido.
Menos probable aún sería un acuerdo con Sinn Fein, el ex brazo político del IRA que se ha posicionado como el principal enemigo de los programas de austeridad.
Apuestas en contra
Pese a las dificultades, la casa de apuestas Paddy Power aún cree que una gran alianza ampliada que incluya al Partido Laborista, Fine Gael y sus tradicionales enemigos de Fianna Fail es el escenario más factible. Pero sea cual sea la fórmula, las profundas diferencias ideológicas y las arraigadas rivalidades políticas seguramente afectarán la estabilidad y efectividad del próximo gobierno.
Y Paddy Power advierte una probabilidad de 44% de que los irlandeses tengan que volver a las urnas dentro de los próximos 18 meses.
