El mercado del dólar en Argentina experimenta cambios profundos tras la llegada de Mauricio Macri a la presidencia y el fin de las restricciones a la compra de dólares, mecanismo que se conocía como "cepo cambiario".
Una semana después de asumir, el 17 de diciembre, el nuevo gobierno levantó el cepo, lo que derivó en una devaluación y en la unificación del tipo de cambio. Sin embargo, aunque el dólar informal o "blue" perdió el protagonismo que ostentaba desde hacía cuatro años, sigue firme.
Analistas destacan que el mercado paralelo sigue funcionando y lo seguirá haciendo, básicamente porque siempre existió y no son producto del cepo cambiario. "Lo que vemos ahora es que el blue dejó de ser referencia", subrayó el el economista Jefe de Orlando Ferreres, Fausto Spotorno.
Con una economía informal que ronda el 40%, quienes no pueden acceder al dólar por la vía legal, lo hacen por medio del blue. Por otro lado, los dólares que resultan de los negocios de bonos y acciones, conocidas como operaciones "contado con liquidación" y "MEP", también son parte de las prácticas comunes del mercado. "No podemos contabilizar cuánto se acotó la operatoria del blue, no hay una estadística confiable, pero está claro que hoy es más chico", comentó Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambios.
En cuanto a la brecha cambiaria, como ayer el dólar mayorista cerró a 12,99 pesos argentinos y el blue en 14,32, la diferencia asciende a 10,2%, todavía lejos de los máximos de 100% que había llegado a alcanzar. Tomando al contado con liquidación, la brecha es del 7%. Sin embargo, para los especialistas consultados, todavía es alta.
Según Spotorno, esta diferencia es muy amplia teniendo en cuenta que se levantó la obligación de tener un activo por 72 horas: "Ahora no hay razón para que haya diferencia de precio entre el mayorista y el contado con liqui. Creo que lo que pasa es que sigue la demanda de pesos y que después de cuatro años el mercado no está acostumbrado. Sino no se entiende, deberían estar todos comprando dólar oficial, para luego comprar un bono en dólares y venderlo contra pesos, obteniendo así una ganancia".
En esa línea, indicó que cuando se normalice, es decir, cuando operen todos los jugadores, va achicarse la brecha pero no a menos del 3%, porque ese 3% será el costo de la transacción bursátil.
"La primera quincena de diciembre la tendencia siempre fue vendedora y la segunda quincena compradora. Y en enero siguen las compras y sube el dólar. Sin embargo creo que esta vez, con lo que se espera para principios de año tiene que bajar el informal", señaló Quintana.
Sucede que todavía el mercado está a la espera de más medidas, en especial una nueva suba de las tasas por parte del Banco Central (BCRA) debido a que para las próximas semanas los importadores deberían empezar a tener mayor participación, y esto provocaría un reacomodamiento del dólar al alza.
En cambio, desde que se liberó el cepo, el BCRA no interviene en el mercado de cambios, permitiendo una caída de la moneda estadounidense a niveles inferiores a los $ 13. Por si fuera poco, recortó por segunda vez la tasa de las Lebacs (Letras del Banco Central de Argentina).
"Seguramente veremos alguna reacción en las Lebac más adelante", descontó Quintana. Al mismo tiempo, indicó que esta opción, que busca alentar el posicionamiento en pesos, exige una sintonía fina, porque tasas muy altas por un tiempo excesivo hace que la actividad económica se resienta.