Banco central chino defiende solidez del yuan e impulsa mayor rally de la moneda desde 2005
Repunte de la divisa fue recibido con alivio pero volatilidad es un reflejo de la alta incertidumbre que persiste entre los inversionistas.
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El banco central de China entregó a los inversionistas una inyección de confianza en medio de las dudas sobre la desaceleración del país, fortaleciendo al yuan a su mayor nivel en tres meses y poniendo a la moneda en boca de todos cuando los mercados volvieron a abrir después del feriado del Año Nuevo Lunar chino.
El yuan registró ayer su mayor avance diario desde que abandonó el anclaje con el dólar hace más de una década, impulsado por el banco central, que elevó el tipo de cambio fijo frente al dólar en 0,3%. La medida repercutió en las bolsas internacionales, con el Nikkei japonés disparándose 7,2%, pero no tanto en Shanghái, que registró caídas -aunque moderadas- ante la debilidad de las exportaciones del país.
Calmar los mercados
El incremento llega después de que este fin de semana el gobernador del Banco Popular de China (PBoC por su sigla en inglés), Zhou Xiaochuan, intentara calmar a los mercados sobre la estabilidad de la moneda nacional. En una entrevista con la revista financiera china Caixin, Zhou afirmó que pese a la caída de las reservas de divisas y la huida de los inversionistas no tiene intención de imponer controles de capital.
“Hay una necesidad de distinguir entre las salidas de capitales y una fuga de capitales, y los fuertes controles de capital no serían eficaces para China”, precisó.
Asimismo, el gobernador del PBoC defendió que no hay base para que la divisa siga depreciándose y prometió que China mantendrá el yuan básicamente estable frente a una canasta de divisas internacionales al tiempo que permite una mayor volatilidad frente al dólar.
“Contener las expectativas de depreciación del yuan y la salida de capitales siguen siendo las prioridades principales”, señaló Ken Cheung, de Mizuho Financial, a Bloomberg.
Pese al fuerte repunte de las bolsas mundiales, la volatilidad de los mercados sigue siendo un recordatorio de la creciente inquietud que existe entre los inversionistas sobre las perspectivas para la segunda economía del mundo, y algunos observadores han destacado el elevado nivel de especulación entre los inversionistas chinos.
En las últimas semanas, una serie de señales de alerta sobre la debilidad de la economía china han impactado sobre las perspectivas globales, y los expertos no descartan que las caídas puedan retomarse en los próximos días a medida que se conocen más datos sobre el gigante asiático.
El primer ministro chino, Li Keqiang, reconoció que su país afronta grandes desafíos y nuevas incertidumbres. “La continuada desaceleración actual de los mercados internacionales ejerce una gran presión sobre la economía de China”, aseguró la autoridad en declaraciones publicadas ayer por medios estatales.
Factor de estabilización
Las acciones chinas cerraron ayer con pérdidas modestas, haciendo caso omiso al desplome de la semana pasada en los mercados mundiales.
Tanto el referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen como el índice compuesto de Shanghái, de referencia, cerraron con una caída de 0,6% en su primer día de transacciones desde el 5 de febrero.
Las pérdidas fueron inesperadamente leves, tomando en cuenta que los índices chinos han tenido un difícil comienzo de año perdiendo alrededor de 22% y 12 billones de yuanes en valor de mercado.
Las bolsas de Asia acabaron así con una racha de cinco sesiones de caídas. “Anteriormente, había fuertes temores sobre la depreciación del yuan. Ahora la moneda se ha fortalecido, y ese también es un factor de estabilización del mercado”, dijo a Reuters David Dai, de Nanhai Fund Management.
Exportaciones e importaciones caen en enero
Las exportaciones chinas cayeron 11,2% en enero respecto al mismo mes del año anterior y las importaciones bajaron 18,8%, ambas mucho más que lo previsto, lo que aumenta la presión sobre las autoridades para que adopten nuevas medidas que permitan frenar la desaceleración de la economía.
La caída de las exportaciones en enero marcó su séptimo mes consecutivo de declive, mientras que la disminución de las importaciones acumuló su decimoquinto mes de retroceso.
Con todo, China registró un superávit comercial mejor que lo esperado de US$ 63.290 millones, mostraron datos de la Administración General de Aduanas, frente a los US$ 60.090 millones de diciembre.
Los analistas consultados por Reuters esperaban que las exportaciones se debilitaran 1,9%, mientras que pronosticaron que las importaciones bajarían 0,8%.
"El diario estatal Economic Times dijo que China no va a fijar un objetivo de crecimiento para la expansión del comercio en 2016, lo que ya está demostrando ser una buena elección, debido a que las exportaciones probablemente empeoren antes de recuperarse", dijo Chester Liaw, de Forecast Pte.