Con menos de un mes para un inédito balotaje, un estrecho margen separa a los dos candidatos que siguen en la carrera por la presidencia de Argentina. Daniel Scioli, del Frente para la Victoria (FpV), sigue contando con la máquina oficialista, pero el impulso logrado por el líder de la alianza opositora Cambiemos, Mauricio Macri, en los comicios del domingo dibuja un disputado camino hacia el 22 de noviembre, sin que los analistas se arriesguen a señalar al ganador.
"El resultado de las elecciones indica el debilitamiento del oficialismo y el fortalecimiento de la oposición representada por la alianza Cambiemos, sobre todo el de su eje principal, el PRO, fuerza liderada por Macri", explica a DF el sociólogo Ricardo Rouvier, director de la firma de investigación Ricardo Rouvier&Asociacios. "La situación actual está planteando un balotaje muy reñido".
A la vista de los sondeos previos al domingo y de los realizados a boca de urna, el sorprendente buen desempeño de Macri "le dará un considerable momentum" para la segunda vuelta, considera Nicholas Watson, vicepresidente senior de la consultora Teneo Intelligence. "Sus oportunidades dependen ahora de si es capaz de atraer un suficiente número de los votantes de Massa", afirma el analista a DF desde Londres.
Para el experto la llave de la victoria la tienen los votantes de Sergio Massa, tercero en los comicios y que, por el momento, sólo ha felicitado a ambos candidatos sin explicitar su apoyo hacia ninguno.
Nicholas Watson,
vicepresidente senior de Teneo Intelligence.
El voto 'massista'
"Como movimiento, el papel del 'massismo' será de suma importancia. No se sabe hacia dónde irán sus votantes y en qué números. No se conoce qué porcentaje de los votantes son peronistas puros, que nunca optarían por Macri, y qué porcentaje son más bien opositores de Cristina (Fernández) y que posiblemente apoyen a Macri. Esa es la clave de todo", explica Watson. Para el analista, en las próximas semanas Macri tratará de "construir puentes hacia el peronismo moderado para atraer a ese segmento del voto de Masa en la segunda vuelta".
Sin embargo, Massa "no es dueño de los votos, tratará de negociar algo que en términos políticos le convenga, aunque igualmente no direcciona todos sus votos", asegura Rouvier, que considera que la dirección del apoyo del tercer candidato aún "está abierta" y se definirá en las próximas semanas.
Pero el candidato opositor no tiene un camino fácil por delante. Para Watson, las posibilidades de revertir una derrota en segunda vuelta son escasas. "En Latinoamérica es muy poco común, hay muy pocos casos. Un ejemplo es la victoria del presidente colombiano Juan Manuel Santos el año pasado, tras perder en primera vuelta". Además, sostiene, aunque haber obtenido más votos de los esperados dará a Macri "cierto ímpetu y energía" para las próximas semanas, "Scioli conserva toda la estructura del poder y el apoyo de Cristina, así como los recursos si La Campora y el peronismo puro no entran en una especie de guerra civil, algo que haría un tremendo daño a la marca Scioli". "Tiene un margen muy pequeño. Depende, más que nada, de su estrategia este mes. Es su oportunidad para perder o ganar", apunta.
El golpe electoral subrayó el domingo la fuerte división dentro del oficialismo. "Scioli dice que es experto en construir puentes, una plataforma más ancha, pero será muy difícil, como lo ha sido hasta ahora, trazar una línea entre el kirchnerismo y el peronismo más moderado", argumenta Watson. "Creo que tiene que moverse hacia el centro para atraer al votante peronista de Massa, lo que implica posibles problemas y hasta rupturas con el kirchnerismo puro".
En este sentido, Rouvier subraya que si bien algunos van a apuntar a Scioli como el responsable del resultado electoral, "en realidad puede haber más factores, no sólo el candidato, que tienen que ver más con la coyuntura económica y social y el cansancio después de tres mandatos seguidos del kirchnerismo".