Adaptación, flexibilidad y aprendizaje. Son las palabras que más se repiten en las escuelas de negocios en tiempos de pandemia.
Tres conceptos que comenzaron a rondar en las aulas con el estallido del conflicto social de octubre de 2019 y que se asentaron a medida que los contagios se expandieron.
Hoy las Universidades de Chile, Católica, del Desarrollo, Adolfo Ibáñez y el ESE Business School, miran un segundo semestre y hasta un 2021 que combina las clases en línea con actividades presenciales en la medida que la emergencia sanitaria lo permita.
El fuerte componente virtual, además, les plantea un gran desafío: la competencia con prestigiosas universidades en el mundo.
En la Universidad del Desarrollo la enseñanza este segundo semestre y el próximo ejercicio será fundamentalmente online, pero combinada con su sistema Hyflex (participación simultánea de alumnos vía remota y presencial).
En el ESE Business School seguirán en línea, pero se preparan para volver gradualmente a las salas con estrictos protocolos de seguridad sanitaria y también contarán con un formato híbrido para quienes no quieran integrarse por ahora a las sesiones en persona.
En la UC , lo más probable es que el retorno también sea un mix, con un número limitado de alumnos en formato presencial y el resto en forma remota. Todo dependerá de la evolución de la pandemia y de la existencia de una vacuna.
En la Univeridad Adolfo Ibáñez también han invertido en un formato híbrido tanto en pre como en posgrado.
Aunque el escenario aún es incierto, en la Universidad de Chile están viendo los protocolos para un regreso paulatino, bajo el supuesto de trabajo de que las clases no serán 100% presenciales, sino que una mezcla. De momento su semestre complementario (diciembre-enero) será online.
Adaptación y aprendizaje
La crisis social del 18 de octubre de 2019 terminó siendo una oportunidad de adaptación para las escuelas de negocios. “Nos hizo preparar planes de contingencia y el trabajo más virtual. Ambos nos sirvieron para enfrentar la suspensión de clases en marzo de este año”, relata el decano de la Escuela de Negocios de la UAI, Ralf Boscheck, al analizar el impacto de la pandemia en las escuelas de negocios. Una realidad compartida por sus pares.
Matías Lira, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la UDD, asegura que “hoy el proceso académico está bastante controlado y con muy buenos resultados”. Lo más complejo fue pasar de un día para otro desde una modalidad presencial a una online, pero les ayudó la experiencia que tuvieron a fines del año pasado con la sede de Concepción.
En el ESE Business School se venían preparando desde hace un tiempo para dicha modalidad, pero nunca pensaron que todo sería en dicho formato. Raimundo Monge, su director general, estima que lo han enfrentado razonablemente bien, “lo que ha requerido un gran esfuerzo por parte de alumnos y profesores”.
En la Universidad Católica han efectuado clases a distancia en las que el contacto con los alumnos se produce de manera remota. “Lo más complejo son las evaluaciones, ya que implican una logística que depende de la calidad de la conexión y los alumnos deben escanear sus respuestas y enviarlas o subirlas a una plataforma, eso demora y, a veces, se complica. Se requiere, además, apelar a un sentido ético para que se actúe de acuerdo a los principios que demanda la integridad académica”, agrega el decano de Facea, José Miguel Sánchez.
En la U. de Chile la enseñanza también ha sido virtual, con medidas complementarias. Lo más complejo ha sido la conexión que algunos puedan experimentar, “pero también la riqueza que da la enseñanza presencial, que no se puede hacer 100% equivalente con una enseñanza que es online”, detalla el director de la Escuela de Economía y Administración de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Roberto Álvarez E.
En general, los directivos de las escuelas de negocios coinciden en que hasta ahora la evaluación del proceso por parte de los alumnos ha sido positivo, y así lo han recogido en las encuestas que han aplicado.
En su mayoría, las escuelas de negocios han mantenido su malla curricular, porque no dependen de la pandemia. Aún así, la UDD ha incorporado esta temática en el análisis de algunos cursos. La U. de Chile la había cambiado recientemente y la UAI la ajustará en 2021, pero como parte de sus procesos de innovación.
Más de 300 alumnos
Aunque los directivos de las escuelas de negocios reconocen que el proceso a esta nueva realidad no ha sido fácil, con una fuerte carga emocional y, en el caso de los posgrados se sumaron las exigencias del teletrabajo, destacan la capacidad de adaptación de alumnos y profesores.
Para llevar a cabo el proceso ajustaron cursos y contenidos.
“Lo otro que fue complejo, sobre todo al principio, es que este método de enseñanza aprendizaje es más desgastante tanto para el alumno como para el profesor, por lo que hubo que hacer una pausa durante el semestre para recuperar energías”, comenta José Miguel Sánchez.
En lo económico y tecnológico algunas también tuvieron que apoyar a sus estudiantes de menos recursos. “Fuimos capaces de llegar a más de 300 alumnos que tenían necesidad de conexión y de computador”, señala Roberto Alvarez y detalla que repartieron computadores y chips a quienes lo necesitaban.
En la UC efectuaron tempranamente un catastro de las necesidades de banda ancha y de equipos. “Producto de ese análisis, la Universidad otorgó un importante número de becas de Internet y se facilitaron notebooks a través del sistema de bibliotecas. Para este semestre se aumentó el número de equipos entregados a los alumnos “, añade Sánchez.
En pregrado de la UAI se recogieron las necesidades de conexión a Internet y dispositivos de conexión y se traspasó toda la infraestructura de software y libros a formatos que permitieran acceso remoto. En Posgrado, precisa Boscheck, la disrupción de la pandemia en las dinámicas familiares y laborales de los alumnos “ha desafiado su resiliencia y continuidad en el proceso educativo”.
En la UDD la mayoría de los alumnos contaban con el equipamiento para participar en clases. No obstante, lanzaron un programa de becas que permitió el acceso a planes de banda ancha móvil, cámaras y préstamos de computadores.
La mirada ante la nueva realidad
Ralf Boscheck, UAI:
"El cierre de fronteras limita la movilidad. El intercambio cultural, que es parte importante de la movilidad internacional, no se logra en toda su magnitud a través de la virtualidad. Segundo, la mayor competencia que esperamos tener de escuelas de negocios de España y EEUU debido a la flexibilidad que otorga la nueva tecnología. Ambos nos obligarán a afinar nuestro posicionamiento competitivo".
Roberto Alvarez, U. de Chile:
"Dado a que se ha demostrado que mucho de lo que hacemos (clases y enseñanza) se puede hacer de manera virtual, alguien puede tomar cursos y puede seguir estudios en las mejores universidades del mundo, y eso es un desafío muy importante porque no solo vamos a estar compitiendo con las universidades locales, sino que con las del resto del mundo. Obviamente, quien se adecúe de la mejor manera a estos desafíos tecnológicos, curriculares y de aprendizaje, va a estar en mejor posición para competir".
Matías Lira, UDD:
"Esta realidad nos ha llevado a desarrollar una capacidad de adaptación sin precedentes, pero por otro, nos ha permitido explorar nuevas maneras de abordar la enseñanza que sin duda serán parte del "cómo" hacer las cosas en el futuro. Por otro lado, los efectos de esta pandemia en el mundo nos obliga a repensar ciertos conceptos clásicos de la economía y los negocios e introducirlos como contenidos dentro de nuestros cursos".
José Miguel Sánchez, UC:
"El desafío fundamental es que la experiencia universitaria es en comunidad (...) Seguramente algunas de las prácticas que la tecnología permite y que ahora estamos usando, se seguirán utilizando, pero el contacto personal es un aspecto muy fundamental de la formación y tenemos que recuperarlo en cuanto sea posible hacerlo". Matías Lira, UDD:
"Esta realidad nos ha llevado a desarrollar una capacidad de adaptación sin precedentes, pero por otro, nos ha permitido explorar nuevas maneras de abordar la enseñanza que sin duda serán parte del "cómo" hacer las cosas en el futuro. Por otro lado, los efectos de esta pandemia en el mundo nos obliga a repensar ciertos conceptos clásicos de la economía y los negocios e introducirlos como contenidos dentro de nuestros cursos".
Raimundo Monge, ESE Business School:
"Nuestra visión es optimista. La pandemia aceleró dramáticamente tendencias en materia de enseñanza que se venían dando hace años. Hoy esto se agilizó, y como ESE estamos tomado todas las acciones para salir fortalecidos en este nuevo mundo que enfrentaremos".
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