Aunque el mercado laboral chileno se debe preparar para sombríos efectos como resultado de la pandemia, el aumento en la desocupación sería menor que el promedio de la OCDE, según el informe de Perspectivas de Empleo publicado hoy por el organismo.
El economista de la División de Empleo del foro, Horacio Levy -quien participó en la elaboración del reporte- advierte que el desempleo se moverá entre 9,5% y 10,1% -dependiendo de si hay un rebrote-, en un contexto que la lucha contra el Covid-19 empujará al país en 2020 a la recesión más profunda desde inicios de los 80 y que habrá un mayor impacto en el mercado laboral.
"En el pasado, el empleo había sido muy resiliente en Chile, reaccionando poco a los shocks, como por ejemplo a la crisis social de octubre. Sin embargo, ahora la disminución ha ido a la par de la actividad", destaca.
Así, estima que el desempleo medio en 2021 sería de 8,7% en el escenario de que no ocurra un segundo brote, y de 11% en el caso de haberlo.
- ¿Cómo evalúan las medidas de protección del empleo y apoyo a las empresas y trabajadores implementadas por el gobierno?
- Chile entró en esta pandemia con un respaldo institucional fuerte, un marco macroeconómico robusto que le ha permitido responder de manera contundente. Las autoridades han introducido paquetes de estímulo fiscal y monetario sin precedentes, de los más grandes en la región, para mitigar el impacto del Covid-19 y preservar los empleos y las necesidades de liquidez. La coordinación entre el paquete fiscal, las medidas del banco central y del regulador del mercado financiero hacen de la respuesta una política sólida que ayudará mucho la economía.
- ¿Las medidas son suficientes o habrá que preparar nuevas acciones?
- Hasta que se disponga de un tratamiento eficaz o vacuna, las prioridades deben ser el aumento de las pruebas, seguimiento y rastreo, y la prestación de tratamiento sanitario a todos los pacientes. Se debe apoyar a los trabajadores de la salud, mejorar el suministro de equipos médicos y de protección a toda la población para amortiguar el shock de un segundo brote y salvar vidas.
Será necesario evitar problemas de impagos masivos de empresas que podrían darse en los próximos meses, con medidas para ayudarlas y en particular a las PYME, por ejemplo con el aplazamiento adicional o cancelación del pago de impuestos de sociedades, del IVA y el aumento de las líneas de financiamiento.
A juicio de Levy, también deben continuar las transferencias a las familias más vulnerables, los aplazamientos y reducciones de impuestos, las cestas de alimentos o la suspensión del pago de los servicios públicos básicos tanto como sea necesario, y es bienvenido el anuncio de los subsidios al empleo. "Hay programas que funcionan bien en Chile, y deberían ser reforzados buscando una reactivación con empleo de calidad para los más vulnerables. El acceso a los seguros de cesantía debería volverse más flexible de forma permanente, al menos cuando la situación económica lo amerite", dice.
- ¿Cómo evalúan la implementación del teletrabajo en Chile en la pandemia?
- La digitalización debe pasar a ser una prioridad clara, ya lo era y la pandemia lo ha acentuado. Es imperioso fortalecer las competencias de los chilenos. Hay propuestas de reforma claves y que se han vuelto urgentes. Las economías están atravesando un cambio estructural, donde muchos puestos de trabajo están siendo destruidos, por lo que hay que apoyar la creación de puestos, para lo que los trabajadores necesitan las competencias adecuadas.
"El trabajo desde el hogar"
- ¿Y cómo ha sido la aceleración del teletrabajo en geneal?
- La mayoría de los países de la OCDE tenían reglamentos de teletrabajo preexistentes, pero a veces eran relativamente restrictivos o requerían un acuerdo previo de los interlocutores. Su aceptación no había aumentado mucho a lo largo de los años, lo que refleja que no todos los trabajos pueden realizarse desde el hogar, y también cierta resistencia por parte de los empleadores y los trabajadores por igual (...) Las encuestas muestran un aumento masivo de la proporción de trabajadores que operan desde su domicilio en comparación con los niveles anteriores a la crisis.
- ¿A qué obliga esta coyuntura? ¿La gente debe volver a trabajar?
- Para los trabajadores que no necesitan estar físicamente presentes, el trabajo desde el hogar puede seguir siendo viable sin incurrir en riesgos. Además de definir las prácticas apropiadas en las directrices, leyes y reglamentos gubernamentales, las empresas necesitarán apoyo para aplicar las prácticas de salud y seguridad en el lugar de trabajo, por ejemplo mediante créditos fiscales, y el aislamiento de los trabajadores enfermos seguirá siendo fundamental para mantener a raya la propagación de la enfermedad.
Cuando los trabajadores que han tenido una licencia de enfermedad remunerada puedan volver a trabajar con seguridad, los gobiernos tendrán que volver a introducir incentivos y apoyo al empleo, ya que la conexión de los trabajadores con licencia de enfermedad con los servicios de rehabilitación ocupacional y de empleo será fundamental para evitar la salida del mercado laboral a largo plazo.
- Pre crisis ya había riesgo de que ciertas personas se quedaran atrás por la digitalización, ¿qué rol cumplirá la capacitación?
- La crisis puede representar una ocasión para mejorar la calificación o readaptación profesional, aumentar posibilidades de empleo y evitar caer en el desempleo de larga duración. A medida que las economías se abren, los servicios de empleo pueden apoyar a que los trabajadores pasen de los sectores que funcionan por debajo de su capacidad a los que se han recuperado más rápidamente.
Los datos del pasado muestran que las políticas activas de empleo tienden a tener un mayor impacto en períodos de crecimiento lento y mayor desempleo, por lo que los países deberían ampliar sus programas eficaces.
También pueden considerar promover la creación de empleo mediante el aumento temporal de las subvenciones a la contratación por un tiempo limitado, o de aumentar los incentivos para aceptar un empleo ofreciendo primas de reempleo, como hicieron muchos países durante la crisis financiera.
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