La discusión del Presupuesto 2016 tuvo de todo, menos tranquilidad. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, puso en práctica su llamado a la austeridad en gran parte de las partidas, pero al llegar a Salud, la polémica se desató.
Ya en el detalle, quedó en evidencia que faltaban recursos para dar curso a los hospitales comprometidos por la administración Bachelet, unos 60 en total pero en distintas fases de construcción.
La solución fue utilizar un porcentaje de los dineros del Fondo de Apoyo Regional (FAR), que considera la Ley 20.378 o, bien, conocida como ley espejo del Transantiago, ya que nace como una compensación a las regiones por los recursos entregados al financiamiento del Transantiago.
La acción que no fue bien recibida por algunos parlamentarios, que argumentaron que con esta decisión se pasaba a llevar la autoridad de los gobiernos regionales.
El titular de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), Ricardo Cifuentes, deja en claro que el monto a utilizar no corresponde a las platas que van directamente a los gobiernos regionales (Gore), sino que forman parte del 10% que son provisionados cada año por la Subdere y que se incorporan en el curso del ejercicio a los presupuestos regionales.
Este año corresponden a $ 26.000 millones. De ese total, serían unos $ 13.000 millones los que podrían destinarse a la construcción de hospitales, un 3,2% del FAR de 2016 ($ 407.000 millones). Podría, porque para que se materialice tienen que cumplirse dos condiciones: la transferencia de los fondos debe ser solicitada por el Gore a la Subdere; y luego, el consejo regional (Core) debe aprobar el uso de los dineros en un proyecto determinado.
"Por eso decimos que son recursos adicionales para los gobiernos regionales, porque no lo tienen en su presupuesto hoy día y lo van a tener en la medida que se cumplan estas dos condiciones", dice.
Cifuentes añade que destinar parte de las provisiones a la construcción de hospitales o centros de salud son frecuentes, y pone como ejemplo el caso del Centro de Diagnóstico y Terapéutico de La Serena, que tras la aprobación del Core en noviembre pasado, recibirá un aporte (escalonado) de $ 3.000 millones desde la Subdere, lo que permitirá iniciar su licitación.
"La gente de las regiones puede estar tranquila, ya que los recursos para llevar a cabo los proyectos de su zona está disponible y se va a destinar a los proyectos que los gobiernos regionales estimen convenientes", remarca la autoridad.
Los fondos provenientes de la ley espejo del Transantiago son administrados en mayor parte por el Ministerio de Transporte, y se destinan principalmente a financiar subsidios para los traslados en las localidades de difícil acceso. Una parte menor se destina para otras iniciativas, donde entrarían las provenientes del sector salud.
En el erario 2015, el FAR significó un 22,4% del total del presupuesto de los gobiernos regionales y al 31 de octubre se había ejecutado el 68,1%.