El mercado de valores en Wall Street ha seguido en una senda alcista, con sus principales índices bursátiles en zona récord. Pese a ello, el rally que las acciones estadounidenses vienen protagonizando desde hace un par de años y reforzado tras las elecciones presidenciales, ha ido perdiendo fuerza en las primeras semanas tras la instalación de Donald Trump en la Casa Blanca.
El jueves se cumplió un mes desde que Trump juró como presidente y, desde entonces, el S&P 500 ha escalado un 1%. Esta variación se sitúa detrás de las exhibidas por sus pares internacionales, como el índice MSCI All Country World Index -excluyendo EEUU-, que avanzó un 4,8% en el mismo período, y toma distancia del 24% logrado por el propio indicador estadounidense en 2023 y 2024.
“El S&P 500 se ha mantenido dentro de un rango acotado durante el primer mes de Trump en el cargo, ya que los mercados aún están asimilando lo que su combinación de políticas significa para la economía”, indicó el estratega de UBS, Pedro Quintanilla.
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A su vez, el estratega de Yardeni Research, Eric Wallerstein, señaló que “la renta variable de EEUU se ha comportado tan bien en los dos últimos años, que no resulta sorprendente una pausa en su ascenso (...) Ha tenido un comportamiento menos estelar durante el primer mes de Gobierno, pero en general ha resistido bien”.
De esta manera, la euforia por las acciones también estuvo por debajo de la anotada en el primer mes del mandato que Trump inició en 2017, cuando el S&P 500 escaló un 3,5%.
Bajo un análisis histórico, el reciente desempeño del S&P 500 ubica a los 30 primeros días de la segunda administración de Donald Trump con el quinto peor rendimiento desde 1981, a diferencia del mismo período durante su primer mandato, que comparte los sitiales más altos en el puesto número tres junto a George H. W. Bush (1989).
Sin embargo, Trump no es el único mandatario que ha experimentado importantes variaciones. En los primeros 30 días de Ronald Reagan (1981), el S&P 500 cayó un 3,8%, mientras que cuatro años después, en su segundo período, el índice saltó un 5,8%. Barack Obama y George W. Bush experimentaron caídas al comienzo de sus primeros períodos y alzas en los segundos (ver gráfico).
El factor incertidumbre
Más allá de la perspectiva histórica, los analistas enfatizan que las actuales cotizaciones récord de Wall Street se dan en medio de un momento excepcional de la economía estadounidense, con un sólido crecimiento y aumentos en las utilidades corporativas.
Pero ese entusiasmo, sumado a la posibilidad de recortes fiscales y desregulación, se ha frenado tras el anuncio de tarifas a las importaciones a China y aranceles a Canadá y México -luego suspendido-, así como a una serie de productos: primero al acero y al aluminio, y luego esta semana a los semiconductores, autos y fármacos.
Las interrogantes del mercado sobre las tarifas, se han sumado al déficit fiscal -6,4% del Producto Interno Bruto del 2024- y a la creciente inflación en EEUU, que aumentó a un 3% anual en enero. Un escenario que ha limitado las expectativas de que la Reserva Federal siga con una política de recorte de tasas de interés.
“Las acciones estadounidenses realmente no han experimentado un fuerte repunte tras la elección de Trump. Han permanecido dentro de un rango acotado y, en términos netos, solo han subido de manera modesta. Los inversionistas están equilibrando el sólido crecimiento económico y corporativo de EEUU con la incertidumbre en torno a la política arancelaria, fiscal y migratoria del país”, dijo el estratega de UBS.
Al respecto, la analista de XTB LATAM, Emanoelle Santos, apuntó que “la administración ha lanzado numerosas iniciativas en un corto período, pero la rápida reversión de algunas de ellas ha generado dudas sobre la dirección futura del Gobierno”, agregando que “el sentimiento entre los inversores ha cambiado”.
Cambios en portafolios
En medio de esas preocupaciones, la última encuesta de la American Association of Individual Investors mostró un aumento en el pesimismo, al nivel más alto en dos años.
Así, las señales de que el impulso de Wall Street se podría estar moderando tienen lugar al alero de las apuestas del mercado por otras regiones y activos.
Mientras el S&P 500 cotiza con el ratio de precio/utilidad más caro de su historia -24% más que el promedio de los últimos 10 años-, el MSCI de Europa y Asia cotizan solo un 3% más caro y Latinoamérica lo hace con un 24% de descuento.
Las oportunidades han generado cambios en los portafolios de inversión. En los primeros 30 días de Trump, el índice MSCI de Latinoamérica escaló un 8,7%, el de Asia un 4,6% y el de Europa un 5,2%.
“Se está dando un rebote regional en Latinoamérica impulsado por las atractivas valorizaciones y la reciente depreciación del dólar”, resaltó el analista de Bice Inversiones, Aldo Morales.
A su vez, Wellerstein, explicó que “las acciones europeas se están beneficiando de una política monetaria más laxa y las acciones chinas se están beneficiando del estímulo gubernamental y de un auge nacional de IA, como DeepSeek".
Al mismo tiempo, los activos refugio, como el oro, han subido 6,9%.
Magníficas pierden su brillo
Los cambios de tendencia también se están percibiendo al interior del S&P 500. Las “Siete Magníficas” -Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Tesla, Nvidia y Meta- están revirtiendo su tendencia alcista de los últimos años. Así, mientras escalaron más de un 160% entre el inicio de 2023 y el cierre de 2024, en el primer mes del actual mandato de Trump perdieron un 1,5%.
Las ganadoras dentro del S&P 500 son Super Micro Computer, Palantir y CVS Health. Así, los inversionistas y fondos han apostado en este nuevo escenario por las tecnológicas más pequeñas y el sector bancario.