Las referencias macroeconómicas vuelven a ser la clave en
Wall Street, el mayor centro bursátil del mundo. Si el martes fue la confianza
del consumidor, hoy es el dato de creación de empleo del sector privado el que
ha devuelto la ilusión a los inversores. La aprobación de la nueva ley de
vivienda también anima a salir de compras.
En el tramo inicial de la negociación el Dow Jones de
industriales se anota avances del 1,28%, hasta 11.493,64 puntos, mientras que
el selectivo Standard & Poor´s 500 repunta un 1,25%, hasta 1.273,04 puntos.
El mercado tecnológico Nasdaq Composite sube un 0,85%, hasta 2.335,09 puntos.
Empleo
Nueva York se ilusiona con el dato de empleo aunque la
alegría puede durarle poco. Concretamente hasta el viernes que será cuando el
Departamento de Empleo divulgue el dato del paro mensual. Según las previsiones
de los expertos en julio Estados Unidos registrará de nuevo una destrucción de
empleo –en esta ocasión se espera que de 75.000 puestos de trabajo- por séptimo
mes consecutivo.
Pero eso será el último día de la semana. Hoy Wall
Street prefiere olvidarse de lo que está por venir y disfrutar de lo bueno
conocido en la
preapertura. Contra todo pronóstico las compañías del sector
privado estadounidense generó un total de 9.000 nuevos empleos en julio, cifra
que ha cogido por sorpresa a los analistas, que esperaban un recorte de entre
50.000 y 60.000 puestos de trabajo. Además, la cifra correspondiente a junio se
ha revisado al alza, pasando de una destrucción de 79.000 puestos de trabajo a
77.000.
Aunque la noticia ha desatado el aplauso de Wall Street, en
el parqué neoyorquino abundan los precavidos que consideran que las cifras del
sector privado no son un reflejo de lo que pasará en el dato final de creación
de empleo no agrícola. Esa es la opinión de Ian Shepherdson, jefe economista
para EEUU de la
firma High Frequency Economics, que considera que “ningún
otro dato sugiere una mejora real en el estado del mercado laboral y es muy
improbable que este informe se refleje en las cifras oficiales de las nóminas
el viernes”.
Vivienda
Más convincentes la nueva ley de vivienda que propuso el
sábado pasado el Congreso estadounidense y que hoy ha sido aprobada por el
presidente de Estados Unidos, George W. Bush. La rúbrica del mandatario estadounidense
supone el pistoletazo de salida para la carrera de fondo que tendrá que
disputar el tesoro de la principal potencia económica del mundo para rescatar a
los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae.
El salvamento de las dos compañías estatales es indispensable
para lograr que el sector inmobiliario salga del abismo al que le ha conducido
la crisis de las hipotecas basura. El Gobierno de EEUU ayudará a 400.000
familias estadounidenses a afrontar el pago de su hipoteca como medida para
estabilizar los mercados financieros. A pesar de que en todo momento Bush se ha
mostrado contrario a esta nueva ley de vivienda, hoy la ha firmado en un
intento más por “colocar nuevas autoridades que aumenten la confianza y la
estabilidad de los mercados”, según un portavoz de la Casa Blanca..