La calma que reinó ayer en los mercados estadounidenses ha
tenido efecto balsámico en la renta variable asiática. La recuperación del
sector financiero y la remontada de los exportadores, favorecidos por la
fortaleza del dólar frente al yen, devolvió al Nikkei su mayor ganancia en el
último mes.
El resurgir del sector financiero estadounidense, que
experimentó su mayor rebote de los últimos 16 años de la mano de las medidas
anunciadas por el Gobierno del país y de unos extraordinarios resultados
empresariales como los de Wells Fargo, unido al pinchazo del petróleo, fue más
que suficiente para que los inversores asiáticos se decantaran con decisión por
las compras.
Así, en la Bolsa de Tokio, el Nikkei, terminó una jornada
débil de negociación con ganancias del 0,99%, hasta los 12.887 puntos, en la
que fue su mayor subida bursátil del último mes. Mientras, el resto de bolsas
asiáticas terminaron con subidas generalizadas que fueron esquivadas por China.
En la región
Asia-Pacific el rebote fue del 2,2%, el mayor diario desde el
mes de abril y contrastó con el descenso que experimentó en la sesión
precedente y que le devolvió a la zona en la que se encontraba en marzo de
2007.
Hong Kong también vivió una sesión de euforia y su indicador
Hang Seng lo recogió con subidas del 2,6% propiciadas, fundamentalmente por la entidad HSBC. Taiwan
se apreció cerca del 4%, Corea del Sur un 1,2%, Australia un 0,6%, Nueva
Zelanda un 1% y Singapur un 1,5%. La plaza que navegó a contracorriente fue la de China. Su
principal índice se dejó un 1% por la desconfianza que generó la ralentización
de su economía, pese a crecer un 10,4%, y el subidón del 7,9% IPC, una de las
mayores preocupaciones del Gobierno.
Por segunda sesión consecutiva la escalada de precios del
petróleo dio una tregua a los mercados y tranquilizó a los inversores que
vieron como se produjo un trasvase de dinero del oro negro hacia la divisa
estadounidense y hacia la renta variable. La fortaleza del dólar provocó
también la confianza en el yen al relajarse las tensiones sobre el petróleo y
la divisa estadounidense se mantuvo prácticamente sin cambios frente a la
nipona, en los 104,98 yenes.
Aplausos
Las compañías exportadoras se aprovecharon de la fortaleza
del dólar y sumaron posiciones. Fue el caso de Samsung que aprovechó la bajada
de los precios de la energía para incrementar sus previsiones de demanda. En
Japón, Canon sumó un 1,4% Advantest un 4,4% y Tokyo Electron un 5,1%.
Pero el verdadero encargado de llevar el timón en el mercado
asiático fue el sector financiero, al igual que ayer lo hiciera en Wall Street.
La principal entidad nipona, Mitsubishi UFJ, rebotó un 3%, Mizuho Financial un
4,6% y Sumitono un 3%. El mayor banco de inversión japonés, Nomura, recibió el
aplauso de los inversores y se embolsó ganancias del 5% que estuvieron en línea
con las de Daiwa Securities. El rebote de esta compañía llegó acompañado de la
noticia de que estudia asociarse con el brasileño Banco Itau en operaciones de
correduría, lo que supondría la primera unión de una empresa nipona con una de
Brasil en este negocio.