La
Securities and Exchange Commission (SEC) reconoció hoy que
desconoce el paradero del multimillonario tejano Robert Allen Stanford, acusado
de operar un entramado de inversión fraudulento valorado en US$ 8.000 millones.
La
SEC anunció ayer que había presentado cargos contra Stanford,
cuyas oficinas en Houston (Texas) fueron registradas, pero hoy admitió que no
sabe dónde se encuentra el multimillonario.
Stanford, que el año pasado fue declarado la persona número 605 más rica del
mundo por la revista Forbes, tiene oficinas en Panamá, Venezuela, México,
Ecuador, Perú y Colombia, y posee además seis aviones privados, según los
medios locales.
Acusaciones
La SEC acusa a Stanford de engañar inversionistas, a los que vendió títulos a plazo
fijo conocidos como certificados de depósito con unas tasas de interés
"improbables y no justificadas".
Para hacer que las creyeran, el Banco Internacional Stanford, con sede en
Antigua, urdió una trama de mentiras, según la SEC.
Dentro de las explicaciones que dio, dijo que había logrado
una rentabilidad de dos dígitos durante los últimos 15 años y garantizó a las
víctimas que sus depósitos estaban seguros, pues invertía principalmente en
instrumentos financieros "líquidos", lo que era falso, de acuerdo con
la SEC.
Cuando los inversionistas se pusieron nerviosos tras el
descubrimiento del fraude presuntamente llevado a cabo por Bernard Madoff, el
Banco de Stanford les dijo que no tenía ninguna inversión "directa o
indirecta" en sus fondos.
En realidad, el Banco Internacional Stanford perdió unos US$ 400.000 en la
trama de Madoff, según la SEC.
A petición de la entidad, el juez Reed O'Connor ordenó congelar los activos de
Stanford, así como del director financiero del Banco Internacional Stanford,
James Davis, y de la directora de inversión del Grupo Financiero Stanford,
Laura Pendergest-Holt.
La agencia gubernamental también alega que hubo fraude en un programa de venta
de fondos mutuos llamado Estrategia de Inversión Stanford, controlado por el
multimillonario, que alcanzó un volumen de negocio de US$ 1.200 millones.
Sus directores también se inventaron los datos históricos de su desempeño, lo
que atrajo suficiente capital para generar US$ 25 millones en ingresos por
tasas entre 2007 y 2008, según la entidad.