Nueva derrota para May: Parlamento rechaza acuerdo renegociado sobre el Brexit
La primera ministra del Reino Unido reconoció el resultado de la votación y convocó a la Cámara de los Comunes a debatir y decidir sobre la opción de una salida sin acuerdo de la Unión Europea.
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La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, sufrió hoy una nueva derrota humillante en su acuerdo por el Brexit, a sólo dos semanas de que el país tenga que salir de la Unión Europea, tal y como fue votado por los ciudadanos en un referendo el 26 de junio de 2016.
Los parlamentarios votaron por un margen de 391-242 para rechazar su renegociado pacto con Bruselas, que había sido reforzado la noche de ayer en un esfuerzo de última hora para aplacar a los euroescépticos británicos.
Aunque el margen de 149 votos fue inferior a la derrota que sufrió May en enero en su trato original, todavía representa una de las mayores derrotas de la Cámara de los Comunes que haya registrado el gobierno británico. El resultado deja a la estrategia del Brexit, y a la autoridad de la premier, bajo una gran presión.
En su primer discurso tras la votación, May dijo que "el acuerdo es el mejor y el único disponible" y, por ello, convocó a nueva votación para mañana para evaluar si se sale de la UE sin acuerdo. "Será un voto libre desde este lado de la Cámara de los Comunes", porque dijo reconocer las implicancias de cada decisión que debe recaer en cada uno de los legisladores.
Y aclaró: "Déjenme decirles que votar por una salida sin acuerdo o extender el Brexit, no resuelve el problema que tenemos. Y esta Cámara debe responderle a Bruselas, pero por sobre todo responderle a los ciudadanos que votaron por salir" del bloque.
La premier además repitió que su objetivo es lograr que se cumpla con la decisión popular y que lo hará bajo el respaldo de lo que el Parlamento decida.
La gobernante británica esperaba que las garantías legales en el llamado backstop convencira a los críticos euroescépticos. Pero eso se desvaneció hoy en la mañana cuando su principal oficial jurídico, el fiscal general Geoffrey Cox, publicó una opinión en la que decía que el riesgo legal de que el Reino Unido quedara atrapado en una unión aduanera con la UE no había cambiado. Cox había dicho previamente que su reputación profesional como abogado era "mucho más importante" que su reputación como político.