Quien fuera presidente de la histórica siderúrgica Huachipato hasta el cierre de esta usina en 2024 y que suma una larga trayectoria en la industria energética y metalera, que incluye las gerencias generales de Gasco, Enap y CAP, aterrizó el pasado 1 de marzo en una de las principales empresas de gestión de residuos del país, Resiter.
Se trata del ingeniero Julio Bertrand Planella, quien desembarcó en la compañía ecológica con la misión de avanzar en el negocio de la economía circular en cuatro sectores (minería, hidrocarburos, agroindustria y alimentario) y en los seis países donde está presente la empresa.
“Mi aporte va a ser diseñar y crear estos modelos de economía circular para la reutilización de estos recursos naturales en materia prima, generando así una sociedad de bienestar en el ámbito económico, medioambiental y de desarrollo social”, resume Bertrand.
“Mi aporte va a ser diseñar y crear estos modelos de economía circular para la reutilización de estos recursos naturales”, enfatiza Julio Bertrand.
La tarea no es fácil porque, más allá de la retórica, este negocio implica un esfuerzo de diseño, planificación y tecnología, pero también supone una titánica conjunción de voluntades, explica el ejecutivo. “Las tecnologías existen, pero el poner a todos de acuerdo en quién hace qué, en cómo vamos a reconocer el valor a esa gestión de ese residuo que se circulariza, es lo más complejo”, admite.
Además, el expresidente de Huachipato no llega a cualquier empresa. Resiter es un referente en el sector en parte porque fue fundada hace cuatro décadas y ello la convierte en una pionera en el país. Y también porque sus fundadores son dos emblemáticos empresarios: Raúl Alcaíno, que ha combinado una vida ligada a los negocios con una veta más pública como conductor de televisión y alcalde de Santiago; y el ingeniero matemático Álvaro Fischer, una figura ligada a la innovación y el desarrollo científico.
En su rubro, detalla Bertrand, Resiter tiene “una posición de liderazgo en Chile”. Facturó en 2024 casi US$ 300 millones, un monto 30% más alto que en el año previo, con un Ebitda que también crece a tasas de dos dígitos y ascendió a US$ 65 millones en el ejercicio anterior. “Es una empresa que está en un crecimiento vertiginoso por la pura razón de que ha hecho bien las cosas”, afirma.
De cara a este 2025, el objetivo es seguir expansiones de dos cifras tanto en facturación como Ebitda, pero avanzando en la economía circular en todos los sectores donde operan, resume Bertrand. Tienen como clientes a las grandes compañías mineras del país, como Codelco, Collahuasi, BHP, Anglo American y Lundin, por nombrar algunas; así como a las forestales CMPC y Arauco; firmas de alimentos como Coca Cola y Carozzi o las grandes salmoneras.
Su nuevo gerente general explica que la firma lidera en la gestión de residuos en la industria minera, que concentra el 75% del Ebitda, y operan en otros cinco países más, a saber: Uruguay, Perú, México, Colombia y España. En términos geográficos, el 90% de su negocio está en Chile y el 10% fuera de las fronteras, detalla Bertrand.
En la península ibérica incluso incursionan en una empresa valorizadora de artículos electrónicos y electrodomésticos.
En inversiones, para 2025, detalla el gerente general, la idea es destinar sobre US$ 40 millones, de los cuales US$ 32 millones van a inversiones recurrentes y el restante a nuevos negocios y plantas para desarrollar economía circular.
Economía circular
El negocio del medio ambiente que desarrolla Resiter, con Alcaíno como presidente, tiene varios servicios. Uno es la gestión de residuos (industriales, domésticos, peligrosos); otro es la valorización de éstos y su transformación para producir otro bien con valor económico, como lo hace en la agroindustria, donde los desechos forestales se transforman en compostaje; y otro giro es la gestión de recursos hídricos y riles, así como servicios de limpieza, recuperación de sitios industriales, servicios sanitarios y un largo etcétera.
La misión de Bertrand es ir más allá. Por ejemplo, sacar el mineral contenido en aguas que se usan en los procesos mineros o separar el petróleo presente en los desechos hídricos de las empresas de hidrocarburos, un poco como se hace con el acero, que se recicla y se vuelve a usar, explica. “Son modelos circulares que nosotros vemos aplicables a la industria de la minería, a la industria de los hidrocarburos”, destaca.
Resiter tiene varias filiales que hacen esto, pero en otras industrias. Por ejemplo, los residuos de la industria forestal, de celulosa, sanitaria y la agroindustria se tratan y se convierten en sustratos orgánicos, cal agrícola o productos que se usan en la construcción.
Por ello avizora un gran valor en tratar las aguas de la minería: “El valor compartido económico que genera, independiente del ambiental y social, de procesar, tratar y recircular las aguas, es infinito”.
Factor Trump
¿La presidencia de Trump en EEUU cambiará la urgencia de la economía circular? Julio Bertrand cree que no. “EEUU mismo, la Unión Europea misma y me atrevería a decir que incluso China, son los grandes promotores de la innovación en modelos de negocio de economía circular”, asegura Bertrand.
Detalla que aunque en EEUU hoy digan que van a usar más gas natural que energías renovables, “la forma de desarrollar su matriz energética, la forma de desarrollar su sector metalúrgico, su acero, la forma de explotar sus minas son mejores ejemplos de desarrollo de la economía circular”, que son muy superiores a lo que hace “todo el resto de los países subdesarrollados que estamos en la región”.