El parlamento californiano
aprobó hoy el presupuesto con el que tratará de hacer frente a su
multimillonario déficit fiscal, después de cinco intensos días de
negociaciones y la amenaza de despidos masivos a empleados públicos.
La propuesta del gobernador Arnold Schwarzenegger salió adelante
después de que los legisladores aceptaran a regañadientes reformar
el sistema electoral del estado para lograr el voto republicano
necesario.
El presupuesto supondrá un incremento sustancial de los
impuestos, un recorte de gastos públicos y la petición de nuevos
créditos para lograr terminar con un déficit que supera los US$ 40.000
millones.
El Ejecutivo californiano tenía que lograr el apoyo de una amplia
mayoría parlamentaria, que exigía al menos todos los votos
demócratas y tres republicanos, partido al que pertenece
Schwarzenegger, que se ha opuesto frontalmente a cualquier subida de
impuestos.
"Estoy seguro de que después de que esto esté aprobado, habrá
muchos abrazos y palmadas en la espalda. Se puede contar esto como
una victoria porque unos pocos republicanos votaron por ello. La
mayoría se mantiene firme diciendo que la subida de tasas es un
error", dijo el senador republicano Dennis Hollingsworth.
"Los contribuyentes van a ver esto como una derrota", añadió
Hollingsworth.
Tras más de 45 horas de negociaciones, la sesión más larga en la
historia del Senado californiano, el presupuesto recibió el visto
bueno y fue devuelto a la oficina del gobernador para su firma
definitiva.
"Éste es un presupuesto muy difícil, pero tenemos que convertir
la crisis en una oportunidad para hacer reformas reales y duraderas
para los californianos", indicó Schwarzenegger en un comunicado.
El retraso para la aprobación del plan económico de
Schwarzenegger llevó al dirigente político y ex actor de Hollywood a
ordenar el envío de 20.000 cartas de despido a empleados públicos
como medida unilateral para recortar los insostenibles gastos
estatales.
Junto con las amenazantes misivas, Schwarzenegger decidió
paralizar las obras de infraestructuras que seguían desarrollándose
en California para aliviar las maltrechas arcas públicas.
Este estado de Estados Unidos padece lo que Schwarzenegger
calificó de "emergencia fiscal" debido a una deuda ingente que ha
llegado al extremo de que California sea incapaz de pagar sus
facturas.