Las cuentas externas de Brasil
profundizaron su deterioro en enero pasado con un déficit de US$ 2.753
millones en la cuenta corriente, según datos del Banco
Central difundidos hoy.
El resultado de indicador, que mide todas las transacciones de un
país con el resto del mundo, estuvo sin embargo por debajo de las
predicciones del banco, que eran de US$ 3.500 millones y es
casi la mitad del resultado de enero de 2008 (US$ 4.000 millones).
Pero el saldo negativo reflejó el impacto de un déficit de US$ 524
millones en la balanza comercial, a su vez derivado de
las exportaciones por valor de US$ 9.782 millones y las
importaciones por US$ 10.306 millones.
Otro componente de la cuenta corriente, la cuenta de servicios,
que mide pagos de intereses, dividendos y viajes internacionales
arrojó un déficit de US4 2.424 millones, según el banco.
Con ese resultado de enero, el déficit corriente acumulado en 12
meses terminados en enero alcanzó los US4 27.000 millones o
el 1,75% del Producto Interno Bruto (PIB).
Mientras tanto, las inversiones extranjeras directas (encaminadas
al sector productivo) retrocedieron en enero el 60% respecto al
primer mes de 2008, con la entrada de US$ 1.930 millones.
Se trata de un derrumbe, comparado con los US$ 4.826 millones en enero de 2008, en lo que supone el peor resultado puntual
desde enero de 2006 y por debajo de las previsiones del Banco
Central.
En todo 2008, las inversiones extranjeras directas llegaron a
US$ 45.060 millones, pero para este año el emisor prevé que
sólo alcancen los US$ 30.000 millones.
Por otro lado, las reservas internacionales netas del país
alcanzaron los US$ 200.800 millones, con un retroceso de US$ 6.000 millones respecto al cierre de diciembre.
Ese monto total todavía está ligeramente por encima de la deuda
externa total del país, estimada en enero en US$ 199.600 millones y disminuyó en US$ 615 millones respecto al cierre de
2008, según el informe mensual del Banco Central.