Las páginas del calendario electoral de Estados Unidos van cayendo al tiempo que los dos principales pre candidatos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, afianzan su posición de cara a su respectiva nominación para las generales de noviembre.
Pese al intento de bloqueo conjunto por parte del establishment republicano, unidos bajo el eslogan #NeverTrump (“#NuncaTrump”), el multimillonario logró sólidas victorias en tres de los cuatro caucus celebrados el martes, sumando así 71 delegados de los 169 que estaban en juego en las citas, ampliando la brecha con los demás aspirantes republicanos y poniendo en duda la carrera del senador de Florida, Marco Rubio. Con las victorias en Michigan, Mississippi y Hawaii, Trump se sitúa ya en 458 delegados, casi la mitad de los que requiere para la nominación.
Para los expertos, la victoria del empresario en dos territorios tan distintos a nivel demográfico, uno en el industrial norte y otro en el tradicional sur, muestra de nuevo su capacidad para ganar casi en cualquier sitio, por lo menos mientras el terreno de juego se mantenga así de fracturado. El triunfo en Michigan podría anticipar su éxito en Ohio la próxima semana, dadas las similitudes económicas y de la clase obrera, y le da impulso de cara al resto de votaciones del decisivo 15 de marzo, fecha en que se elegirán los delegados republicanos en los estados de Ohio, Florida, Illinois, Missouri y Carolina del Norte. También demuestra su atractivo en un bastión demócrata en las últimas seis presidenciales. “Sólo una persona lo hizo bien ayer: Donald Trump”, afirmó rotundo el magnate del sector inmobiliario.
Un freno para Trump
Los resultados del martes son un fuerte revés para el gobernador de Ohio, John Kasich, que esperaba obtener un triunfo sorpresa en Michigan, y para Rubio que no logró sumar ningún delegado. El golpe al favorito de la élite republicana para frenar el ascenso de Trump ensombrece sus perspectivas para las primarias de su estado, Florida, donde necesita ganar o el multimillonario pondrá en jaque mate su nominación.
El segundo en la contienda republicana, el senador de Texas Ted Cruz, logró casi 20 puntos porcentuales de ventaja sobre Trump en Idaho. Con esta victoria y los delegados que obtuvo en los otros tres estados, el senador llega a 359 delegados.
“Fue una noche terrible para Rubio, buena para Kasich y formidable para Trump”, consideró John Feehery, estratega republicano, según Bloomberg. “Parece que una mayor consolidación es la única vía para frenar a Trump”.
A los republicanos les quedan tres elecciones más esta semana (Islas Vírgenes, Washington D.C. y Guam) antes de la cita del próximo martes, donde se definirán 367 delegados y las perspectivas de nominación quedarán aún más definidas.
Sanders sorprende
En el lado demócrata, el senador de Vermont Bernie Sanders ganó por sorpresa, y con un estrecho margen, a Clinton en Michigan, elevando su número de delegados a 571. Aunque con su victoria en Mississippi Clinton llega ya a 1.221 delegados, más de la mitad de los que necesita para la nominación, la victoria de Sanders renueva su impulso en la carrera y eleva la tensión ante las primarias del 15 de marzo. En las citas de Florida, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Ohio se definirá el apoyo de otros 793 delegados demócratas.
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