Fue un negocio redondo. A 14 meses de anunciar la compra del 19% de Minera Buenaventura de Perú y a un año de concretar la operación -en un monto no revelado, pero que el mercado cifró en más de US$ 400 millones- el brazo minero del grupo Luksic, Antofagasta, sólo tiene epítetos elogiosos para la transacción y también para su apuesta por el país andino, donde llevan más de una década explorando.
Katharina Jenny, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals, destacó que “estos primeros pasos en Perú han sido muy positivos” porque “la inversión en Buenaventura nos ha permitido aportar con nuestra experiencia a una compañía minera muy importante y reconocida, que está centrada básicamente en la producción de oro, pero que tiene propiedades mineras donde es posible también impulsar minería del cobre”.
“La inversión en Buenaventura nos ha permitido aportar con nuestra experiencia a una compañía minera muy importante y reconocida, que está centrada básicamente en la producción de oro, pero que tiene propiedades mineras donde es posible también impulsar minería del cobre”. Katharina Jenny, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals.
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“Vemos que existen oportunidades para seguir colaborando y ese es nuestro objetivo. Al mismo tiempo, seguimos impulsando exploraciones en distritos mineros que nos parecen atractivos, donde tenemos acuerdos con otras empresas mineras”, resaltó la ejecutiva.
Aporte en Ebitda
La compañía ya tiene réditos por la participación accionaria en Buenaventura. Según los estados financieros de Antofagasta, el activo peruano aportó US$ 109 millones en Ebitda de 2024. “Es un buen resultado, que ratifica que fue una decisión correcta la de invertir en Buenaventura”, dijo la ejecutiva de la compañía a DF.
La minera peruana registró en 2024 ganancias por US$ 402,7 millones, logrando un estratosférico crecimiento de 1.928% en comparación con el 2023, cuando sólo logró US$19,9 millones de utilidad.
Este aumento sideral en los resultados se explicó por una mayor producción de cobre y el alto precio del oro, además de la venta de Chaupiloma Dos de Cajamarca a la canadiense Franco Nevada, en US$ 210 millones. Dicha filial poseía una regalía neta de fundición del 1,8% sobre todos los minerales de la mina Yanacocha, de Newmont Corporation.
En cobre, el mineral de interés del grupo Luksic, Buenaventura produjo 56.500 toneladas de cobre fino el año pasado y proyecta extraer 60.000 toneladas este 2025.
Una de los atributos de la compañía andina es que tiene una participación de 19,58% en Cerro Verde, una de las grandes mineras cupríferas peruanas, controlada por Freeport McMoran (55,08%) y con Sumitomo (21%) como otro socio de referencia.
Apuesta en exploración
US$ 402,7 MILLONES DE GANANCIA TUVO BUENAVENTURA EN 2024
Pero más allá de Buenaventura, Katharina Jenny señaló que “nuestra mirada y nuestro interés es de más largo plazo, ya que buscamos aprender de la industria minera peruana y encontrar formas de participar en ella crecientemente en el futuro”.
Antofagasta tiene ya alrededor de 100 mil hectáreas de propiedad minera -sobre todo en el centro y la costa de Perú, como Junín o Pasco- que les permite explorar algunos blancos de importancia prospectiva. Inicialmente, la compañía entró a explorar al vecino país a través de Anaconda, una firma que originalmente manejaba los negocios mineros de la familia Rockefeller en Chile -que incluía las minas Chuquicamata y El Salvador antes que pasaran a Codelco- y que el patriarca del clan, Andrónico Luksic Abaroa, compró tras la nacionalización del cobre.
El foco actual del grupo Luksic en Perú son proyectos capaces de producir del orden de 50.000 toneladas de cobre al año por una década o más. El objetivo de la oficina de exploración en el país andino es tener una base minera suficiente para desarrollar un proyecto cuprífero en 10 a 15 años más.
La apuesta de Antofagasta por el país andino -han explicado distintos ejecutivos a DF- radica en que es un país minero como Chile, está en las Américas y si se suma la participación en la producción mundial de cobre, entre ambas naciones producen más del 40% del metal rojo del planeta.
“Creo que tenemos muchas oportunidades de aprender de la industria minera peruana y también de aportar nuestra forma de hacer minería”, opinó la vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals.
¿Y cómo ha sido la recepción del ecosistema minero peruano? “Siento que hemos sido muy bien recibidos, tanto en Buenaventura como en el resto de la industria y también a nivel de autoridades. Así lo pude percibir personalmente el año pasado cuando participamos en Expomina. Este año esperamos también estar presentes como compañía en Perumin 2025”, respondió Katharina Jenny.