El 3 de marzo de 2020 el Ministerio de Salud confirmaba el primer caso de Covid-19 en Chile, el hito inicial de lo que sería la pandemia en el país.
Ese día la exsubsecretaria de Salud Pública y actual directora ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la UDD, Paula Daza, regresaba del Congreso cuando la llamaron para informarle del paciente cero. En ese instante comprendió que, pese a las medidas provisorias adoptadas, se enfrentarían a una de las crisis sanitarias probablemente más grandes que se iban a tener.
“Ese mismo día llegué a mi casa y le dije a mi familia que venía un desafío inmenso y probablemente durante un buen tiempo nuestra misión sería una sola: enfrentar esta crisis con todos los actores para poder cuidar a todos los chilenos”, cuenta.
“Me preocupa que la autoridad sanitaria no ha tomado con la misma urgencia y fuerza como se enfrentó la pandemia, uno de los grandes problemas que tenemos hoy día, que son las personas esperando una atención”.
Y, en medio de la incertidumbre sobre las implicancias del coronavirus, destaca que gracias al liderazgo del exPresidente Sebastián Piñera, se entendió que había que reaccionar con una política de Estado, poniendo a todos los ministerios a disposición de la cartera de Salud.
“Chile se unió”, dice.
- A cinco años de la pandemia ¿qué lecciones quedan?
- Primero, la importancia del liderazgo, contar con un líder con determinación, con una claridad de la urgencia de las cosas y con esa capacidad de gestionar una situación tan crítica como fue la pandemia.
Otra lección importante es que la colaboración salva vidas. La pandemia nos demostró que cuando el sector público, el privado, el mundo académico, la sociedad civil trabajamos juntos, se producen resultados extraordinarios.
El otro aspecto importante de destacar es la relevancia de la ciencia y la innovación, que son fundamentales. Nunca antes se había desarrollado una vacuna en tan poco tiempo y eso solo fue posible a décadas de inversión en ciencia.
En Chile se apostó a una vacunación temprana y se logró uno de los procesos de inmunización que fueron reconocidos a nivel internacional.
Y, finalmente, el otro punto que no es menor, es la resiliencia de la sociedad. Aquí se nos puso a prueba no solo en lo sanitario, sino también en lo económico, en lo emocional, nos aprendimos a adaptar a nuevas formas de trabajo, de educación, de vida.
- ¿Estamos mejor preparados hoy?
- Claramente, hemos aprendido a prepararnos frente a una situación de crisis sanitaria. Creo que podemos escalar rápidamente lo aprendido. Sin embargo, todas las medidas que se adoptaron en su momento -como fortalecer las Seremis de Salud y crear un centro de datos- desgraciadamente hoy ya no están (...) Pero, desde el punto de vista de salud pública, nos falta muchísimo para poder abordar una futura pandemia.
- Nos olvidamos de las pandemias, pero sus amenazas siguen. ¿Podríamos esperar una nueva?
- Sabemos que vendrá una nueva pandemia. La sociedad científica y varios medios de comunicación habían anunciado la de 2020 debido a la globalización del mundo (...)
Lo doloroso es que, a pesar de que supimos cómo enfrentarlo en su momento y nos adaptamos, hoy se nos ha olvidado que tenemos que estar preparados, que debemos tener un sistema de vigilancia a nivel nacional, regional, mundial. Y claramente no hemos fortalecido esas medidas de vigilancia epidemiológica y de estar alerta frente a un nuevo desafío.
- ¿Qué otras inquietudes le quedan de la salud en Chile?
- En su momento, sabíamos que debido a la pandemia probablemente había otras enfermedades que no se estaban atendiendo, y sabíamos que el tema de las listas de espera podía ser un problema importante. Por eso, en 2020 se presentó en el Congreso la ley de seguro catastrófico.
Desgraciadamente, ese proyecto no avanzó. Se dijo que por qué se estaba presentando un proyecto para las listas de espera, y el director de Fonasa les respondió que el problema de las listas de espera vendría después, cuando se terminara el Covid. Sabíamos que se iba a producir un aumento de la demanda de otras patologías.
A mí lo que me preocupa es que la autoridad sanitaria no ha tomado con la misma urgencia y fuerza -como se enfrentó la pandemia-, uno de los grandes problemas que tenemos hoy: las personas esperando una atención.
Cambios en la OMS
- Usted mencionó como lección la relevancia de la ciencia y la innovación, ¿qué opina acerca del actual escenario que enfrenta la Organización Mundial de la Salud? Últimamente ha sido cuestionada y EEUU y Argentina se retiraron.
- Es complejo. La OMS es un referente en salud a nivel mundial, por lo tanto, las medidas que está tomando Estados Unidos hoy son difíciles.
La OMS probablemente ha tenido muchas virtudes, pero también ha cometido errores y, por lo tanto, creo que uno a una institución a nivel mundial tiene que seguir respetándola y ojalá que se realicen los cambios que corresponden para poder mejorar.
En general, la ciencia y la investigación viene del sector privado. La OMS distribuye para que todas las medidas, los insumos, las vacunas lleguen a todas las personas del mundo.
En Chile tenemos que mejorar los incentivos para que haya más inversiones en investigación, en ciencia, en tecnología; y eso es un desafío que tenemos por delante.
Hoy eso no lo vemos, tenemos grandes problemas para que el sector privado invierta en nuestro país, como son los permisos.
- En un eventual gobierno de Evelyn Matthei, ¿le gustaría ser ministra de Salud?
- Hoy yo estoy desde acá, desde la universidad, desde la academia, y voy a estar donde me corresponda estar en su momento y donde mejor pueda aportar a las políticas de salud.
- ¿Qué cree que quedó en los chilenos de la pandemia?
- Las personas hoy están más resilientes a adaptarse a situaciones sanitarias adversas. Lo vemos en invierno, por ejemplo, cuando aparecen los virus, las personas están con cuadros respiratorios, se ponen la mascarilla, ventilan sus casas, tienen mayor preocupación por los adultos mayores. Hay cosas que, desde el punto de vista del autocuidado, han quedado en la población, entienden que el cuidado personal es fundamental para cuidar a otros también.
Pero no sé cuánto quedó del tema de la vacunación. Hay personas que sí entienden que es la medida sanitaria más importante para proteger a las personas. Sin embargo, hay otras que no quieren más con las vacunas.
Entonces, hay cosas que quedaron que son positivas, como el tema del autocuidado, pero hay otras que creo que a veces están produciendo un rechazo, principalmente en el tema de vacunación. El año pasado, por ejemplo, frente a la vacunación de influenza, no tuvimos en el invierno la cobertura que hubiéramos deseado.
- Usted se hizo conocida para la opinión pública, ¿cómo es su relación hoy con la gente?
- Así como me tocó a mí, le tocó al doctor Paris también, frente a una situación donde las personas estaban en sus casas, estar dando las buenas y las malas noticias todos los días.
Hoy, la verdad, que yo agradezco, porque las personas son tremendamente cariñosas conmigo. Voy al supermercado, salgo a caminar y siempre hay alguien que se me acerca y me saluda, se saca una foto conmigo. A mí me llama mucho la atención.
Siempre les digo que yo fui la cara de mucha, mucha, mucha gente. A mí me tocó estar ahí informando y fui la cara, pero en el fondo, esos saludos cariñosos, esos agradecimientos, finalmente son para todas las personas que trabajaron en esos períodos tan difíciles como fue la pandemia.