China celebra hoy una gran parada militar para conmemorar el 70 aniversario de la victoria sobre Japón en la II Guerra Mundial. Entre los líderes internacionales invitados, el presidente Xi Jinping recibe al presidente ruso Vladimir Putin en un momento en que las noticias económicas para estos dos aspirantes a aliados no son tan positivas.
El desplome del mercado chino de las últimas semanas ha añadido presión sobre el rublo, que ha tocado su nivel más bajo en meses. Además, las crecientes dudas sobre las perspectivas económicas de China golpean también el precio del petróleo, el principal producto de exportación de Moscú, profundizando aún más la recesión económica.
El acercamiento de Rusia a China, gatillado por la presión de las sanciones occidentales por la guerra en el este de Ucrania, conforma también un contrapeso político frente al bloque dominante que forman Estados Unidos y Europa. "Los lazos entre Rusia y China han alcanzado probablemente su nivel más alto en la historia y continúan desarrollándose", dijo Putin en una entrevista previa a la visita con las agencias de noticias Tass y Xinhua publicada el martes.
Pero los datos económicos cuentan una historia distinta. El comercio entre ambos países cayó 29% en el primer semestre, a US$ 30.600 millones. Funcionarios del gobierno ruso dicen que no hay prácticamente ninguna posibilidad de que alcancen ya su meta de US$ 100 mil millones en volumen de comercio en 2015, un objetivo que propuso Putin en octubre.
Planes que no despegan
"El nivel de la retórica rusa sobre las relaciones entre ambos países y la realidad son dos cosas muy distintas", explicó a Bloomberg Alexander Gabuyev, jefe del programa de Rusia en la región Asia Pacífico del Moscow Carnegie Center. "Rusia es el socio suplicante, no China, que todavía tiene una variedad de opciones para conseguir recursos incluso pese a sus recientes problemas económicos".
Y es que algunos de los acuerdos anunciados hasta la fecha no han funcionado como se esperaba. En esta visita a Beijing, Putin espera alcanzar un memorando de entendimiento para la construcción de un nuevo gasoducto con el que llevar gas desde Siberia a China.
En octubre, la rusa Gazprom firmó con su homólogo chino un contrato de suministro de gas por US$ 400 mil millones. Pero desde entonces, ambos países no se han puesto de acuerdo sobre los pagos anticipados que China realizaría y que servirían como financiamiento para el desarrollo del proyecto.
El plan es prioritario para el Kremlin porque reduciría su dependencia de Europa, donde las presiones políticas están acabando con la demanda. Pero para Beijing es un proyecto poco atractivo porque el gasoducto cruzaría miles de kilómetros hasta sus centros industriales, según los expertos. Sin perder la esperanza, Moscú ve poco probable que se avance en este acuerdo.La caída del comercio de este año ha sacado a Rusia de la lista de los quince principales socios comerciales de China por primera vez en más de ocho años.
La misma suerte han corrido los acuerdos entre los bancos centrales y los privados. Ni el canje por 150 mil millones de yuanes para la liquidación directa de yuanes y rublos (evitando el dólar) acordado por ambos institutos emisores, ni las líneas de crédito por 9 mil millones de yuanes entre las rusas Sberbank OJSC y VTB Group y los acreedores chinos, han tenido la demanda esperada.
Repunte de la bolsa
En la sesión de ayer, las bolsas chinas frenaron las fuertes pérdidas y cerraron casi estables, después de que el respaldo de las corredoras locales alejara el temor de los inversionistas de que Beijing esté intensificando sus esfuerzos contra las operaciones informales de financiamiento, consignó Reuters. Varias corredoras comprometieron fondos adicionales para comprar acciones en respuesta a la petición del gobierno para que apoyen al vacilante mercado. El índice CSI 300 de las principales acciones de Shanghái y Shenzhen subió 0,1%, mientras que el referencial de Shaghái perdió 0,2%.
Las autoridades chinas, por su parte, anunciaron ayer una reducción de algunas tarifas de importación y exportación de productos. Además, se profundizará en la liberalización de servicios ligados al comercio exterior para dinamizar la economía y se intensificarán las inspecciones sobre la aplicación de las tarifas y de la ley antimonopolio.