Mauricio Macri asumió ayer la presidencia de Argentina reiterando en varias ocasiones un llamado a la unidad y a recuperar la senda de crecimiento. Se comprometió, además, a ser honesto y a entregar información certera de la situación del país.
El día comenzó temprano para Macri. Su primera actividad fue asistir a la asunción de María Eugenia Vidal, de su partido Pro, como gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.
Regresó a su casa, y mientras se preparaba para asistir al Congreso cientos de personas se reunieron en la entrada de su edificio, en Palermo, para saludarlo, gritando “Sí se puede”. Luego fue escoltado por 200 Granaderos a caballo en su camino hacia el Congreso. Allí juró en compañía de la vicepresidenta Gabriela Michetti.
“Tenemos que ser optimistas respecto al futuro. Vengo a transmitir un mensaje de confianza”, dijo Macri en el comienzo de su primer discurso como mandatario. “Voy a seguir siendo el mismo, voy a hablar sencillo, con la verdad”.
“Este gobierno va a trabajar incansablemente los próximos 4 años para que todos los argentinos al terminar estén viviendo mejor”, aseguró.
Macri renovó su compromiso con las tres propuestas de su campaña: “Pobreza cero, derrotar el narcotráfico y unir a los argentinos”. La unidad fue justamente el tema central de su discurso. “El país tiene distintas visiones, pero no está dividido. Ya pasaron las elecciones, llegó el momento de unirnos para crecer y mejorar”, dijo.
Pese a que no hizo ninguna alusión a medidas económicas concretas, sí aseguró que “para que haya pobreza cero necesitamos generar trabajo, ampliar la economía, aprovechar los recursos que tiene Argentina”.
Durante la jornada, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, dijo que se dedicará inmediatamente a “normalizar todo, que no es poco, pero con mucho cuidado”, en referencia a la herencia económica recibida. Aseguró además que la administración entrante no va a “abrumar con un paquete de medidas”, al ser consultado sobre la posibilidad de que hoy se realicen grandes anuncios económicos.
Guiño a la región
En su discurso en el Congreso, Macri prometió “unidad y cooperación” a los países de la región y del mundo, ante los mandatarios latinoamericanos que asistieron a la ceremonia, entre ellos la presidenta chilena Michelle Bachelet. “Tenemos una visión nueva de la política, somos hijos de este tiempo y tratamos de comprenderlo sin prejuicios ni rencores”, expresó.
“Creemos en la unidad y la cooperación de América Latina y el mundo, en el fortalecimiento de la democracia. Es necesario superar el tiempo de la confrontación”, aseguró.
La gran ausente fue la presidenta saliente Cristina Fernández, quien decidió no asistir luego de que la Justicia determinara que su mandato terminó a la medianoche del miércoles 9. Tampoco asistieron los parlamentarios del Frente para la Victoria, pero sí lo hicieron algunos gobernadores kirchneristas, como el candidato que se enfrentó a Macri en la segunda vuelta, Daniel Scioli.
Otro de los momentos clave de su discurso fue cuando el nuevo presidente afirmó que su gobierno “combatirá a la corrupción” y recibió una ovación al criticar sin nombrar al gobierno saliente. “No habrá jueces macristas, ni jueces militantes de ningún partido”.
Saludo en la Casa Rosada
Posteriormente, Macri se dirigió a la Casa Rosada, saludando a la multitud junto a su esposa y asomado por el sunroof del auto blanco que los trasladaba.
El gobernante recibió la banda y el bastón presidenciales de manos del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Desde el balcón de la Casa de Gobierno dijo a los asistentes a una multitudinaria manifestación en la Plaza de Mayo que se inicia una “etapa maravillosa” para el país, y hasta se animó con unos pasos de baile.
“Es difícil transmitirles todo lo que uno siente hoy acá”, afirmó, acompañado por su esposa, Juliana Awada, su hija Antonia y la vicepresidenta. A partir de ahora la sociedad podrá “expresarse en libertad, pensar diferente pero trabajar juntos”, aseguró.
“Prometo siempre decirles la verdad, ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas, porque sé que ustedes, el maravilloso pueblo argentino, son suficientemente capaces e inteligentes para, trabajando juntos, resolverlos”, sostuvo.
Posteriormente, se reunió con los presidentes extranjeros asistentes al cambio de mando en el Palacio San Martín, incluida la presidenta Bachelet.
Una de sus últimas actividades del día fue tomar juramento del nuevo gabinete en el salón del Museo del Bicentenario en la Casa Rosada.
CRISTINA FERNÁNDEZ VIAJÓ EN CLASE TURISTA
Tal como lo había anticipado, la ahora ex presidenta Cristina Fernández no asistió a la ceremonia de cambio de mando. En vez de eso, tomó un vuelo comercial hacia la provincia de Santa Cruz, donde su cuñada, Alicia Kirchner, juró en la tarde de ayer como gobernadora.
La ex mandataria fue recibida en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery por un grupo de adherentes. Luego abordó el vuelo 1862 de Aerolíneas Argentinas, que despegó pasadas las 15.30 horas, según relató el diario La Nación. Fernández se sentó junto a su hijo, Máximo Kirchner, diputado electo por la provincia de Santa Cruz, en clase turista, lo que sorprendió al resto de los pasajeros. Viajó además acompañada por su perra "Lolita". La ex presidenta reconoció ante quienes la esperaban en el aeropuerto que no vio por televisión ninguna de las ceremonias de asunción de Mauricio Macri. Antes de su viaje, por la mañana, Fernández había asegurado que está "bien, normal" en su primer día fuera del gobierno tras ocho años de gestión.
BACHELET ASISTE A LA CEREMONIA DE TOMA DE PODER
La presidenta chilena Michelle Bachelet llegó a Buenos Aires en la noche del miércoles para asistir a la ceremonia del cambio de mando del gobierno argentino. La mandataria, que presenció tanto el juramento de cargo como presidente de Mauricio Macri ante el Congreso de la Nación como la ceremonia de traspaso de poder en la Casa Rosada, mantuvo una nueva reunión bilateral con el mandatario argentino en la sala María Teresa del Palacio Imperial de Buenos Aires.
Hace apenas una semana, como presidente electo, Macri viajó a Santiago para sostener una reunión de trabajo con la presidenta Bachelet. Tras la cita con la mandataria, Macri declaró a periodistas su admiración "por el pueblo chileno y todos los avances de las últimas décadas". El presidente argentino expresó que "hay mucho para trabajar en conjunto y permitir el desarrollo articulado" de ambas economías, aunque reconoció que "hay muchos desafíos a partir de entender que juntos la región tendrá mayor capacidad de insertarse en el mundo". Chile fue el segundo país elegido por el ya mandatario para estrechar lazos tras su elección (el primero fue Brasil) y la presidenta chilena fue la única jefe de Estado a la que Macri se refirió durante su discurso de ayer.
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